X Jornadas de Literatura, Historia y Arte Rupestre en el Municipio Ayacucho II

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SEGUNDO MEDINA: LA MUERTE DE BENEDICTO CHACON. El poeta y escritor Segundo Medina, fue el personaje homenajeado en las X jornadas de literatura del Municipio Ayacucho. Nacido en Casigua el Cubo, Estado Zulia, a los pocos años se traslada con su familia a San Juan de Colón. Egresando de la Universidad de los Andes en San Cristóbal, fue miembro fundador del periódico “Voz y Rima”. Su obra literaria supone una gran cantidad de textos en poesía, prosa, cuentistera y novela. De su producción destaca el evento “La Muerte de Benedicto Chacón”. Sobre este trabajo la Licda. Jenny Ortega, de la

SEGUNDO MEDINA: LA MUERTE DE BENEDICTO CHACON.

Adolfo Segundo Medina Foto de Ana Berta Lopez
Segundo Medina. Foto de Ana BertaLopez

El poeta y escritor Segundo Medina, fue el personaje homenajeado en las X jornadas de literatura del Municipio Ayacucho. Nacido en Casigua el Cubo, Estado Zulia, a los pocos años se traslada con su familia a San Juan de Colón. Egresando de la Universidad de los Andes en San Cristóbal, fue miembro fundador del periódico “Voz y Rima”. Su obra literaria supone una gran cantidad de textos en poesía, prosa, cuentistera y novela. De su producción destaca el evento “La Muerte de Benedicto Chacón”.

Sobre este trabajo la Licda. Jenny Ortega, de la Maestría en Literatura latinoamericana y del Caribe de la Ula San Cristóbal, realizo una interesante exposición en el marco de las jornadas. Define la obra como un cuento breve, ambientado en el área rural del estado Táchira. Una narración que involucra pocos personajes entrelazados por el protagonista del relato.

Benedicto Chacón se sabe cercano a la muerte por haber matado a un hombre. A raíz de esto el autor reconstruye la mención de los últimos días de este bandolero, valiéndose de los arquetipos universales de la muerte. En ellos se destaca la descripción vívida del comportamiento de los animales de la granja que acompañan a Isabel, la esposa de Benedicto. Así segundo reconstruye las representaciones simbólicas de la muerte en los imaginarios de la cultura campesina tachirense, como la poderosa imagen de la protección que contra la muerte por bala suministran los santos evangelios que Benedicto lleva bajo su piel y que no lo dejaran morir a pesar del sufrimiento que le producen sus heridas. Ciertamente y el decir de Jenny, una narrativa que reúne una gran cantidad de tendencias, donde va a  privar lo romántico.

Hombre con plomo en la vejiga

La historia tiene un personaje y un referente histórico que conoció el autor a través de la oralidad colonense. Benedicto Contreras nació y murió en el intermedio de las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Hombre bravo, “macho”, jugador, dedicado al contrabando y al abigeato, violento pero sensible a la injusticia, amigo de hacer favores a los pobres pero implacable con quien le jugara traición .Su código de honor es el nacido en esa relación de verdad, fidelidad y respeto a su forma de vida. Sus fechorías lo hicieron reo de la justicia, sus acciones amigo de los pobres. Sus últimos días, los recreados en la historia de segundo, se ven marcados por el enfrentamiento a tiros y asesinato del jefe civil de Colon, su compadre, en la calle 3 del pueblo, cerca de la Borda. Así como de la persecución que harían las autoridades policiales de la Guardia Nacional hacia la zona de Ricaurte donde finalmente es alcanzado y muerto por una de las balas de sus perseguidores. Los descendientes de estos personajes todavía pasean por las calles de San Juan de Colon. (Anderson Jaime)

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