Por Winder Sánchez
“La fotografía es una escritura con luz” En la actualidad, con el avance de las tecnologías móviles en cámara fotográfica y su fácil acceso, han sobresaturado de imágenes sin sentido ni estética el mundo en el que vivimos, esto ha traído una nueva reflexión sobre la necesidad de producir imágenes con una estructura semántica y sintáctica que genere una profunda interpretación de la fotografía. Esto lo dio a conocer Wilson Prada, quien es biólogo, fotógrafo y docente de la cátedra de Fotografía, en el IV seminario “Vacío y Devoración” organizado por la Fundación Bordes y que se desarrolla en las instalaciones de la Universidad de Los Andes y en el Museo del Táchira. La fotografía puede ser entendida como un discurso, un monólogo interno, en este nivel de diálogo, encontramos las imágenes que carecen de opinión, de una profunda reflexión. Sin embargo, si la intención es comunicarnos con el mundo, más que fotografiar con técnica y un sentido estético, hay que opinar haciendo un análisis reflexivo. Para Prada la fotografía tiene que ser documental, en tal sentido se pregunta ¿qué peso debe tener una imagen para que pueda ser considerada documental? Y es ahí donde reflexiona que el trabajo del fotógrafo es darle un peso profundo de contenido, es generar un discurso visual capaz de ser entendido por el receptor o devorador de la imagen, y así podrá darle un peso de carácter documental. Para que una fotografía pueda alcanzar tan alto nivel, es importante tomar un conjunto de decisiones como el montaje de la misma, darle ciertos énfasis a los colores, aplicar luz es lugares específicos, imprimirla para que pueda ser tocada y entre más decisiones tome en torno a la fotografía, más opinión se está generando y el fotógrafo creará un discurso que Prada compara con la novela, a este conjunto de decisiones se le denomina fotograficidad. Prada dice que la fotografía es una escritura con luz, en su corporeidad es