Todo Poesía (Reseña)

Literatura, Publicación

Todo Poesía Marco Ramírez Murzi (1990) Biblioteca de autores y temas tachirenses   En palabras de Pedro Pablo Paredes, ensayista y crítico literario trujillano, merecedor del Premio Nacional de Literatura en 1992, en Marco Ramírez Murzi “el profesional y el poeta jamás se han estorbado”, y es que la lucidez versada de este autor tachirense camina en concomitancia con su ejercicio como hombre de Derecho. Poeta sobre todo, Murzi destaca por la presentación de una poesía que parece adelantarse al tiempo en el cual es escrita, que parece nacer mirando al futuro pero reflejando el presente de la tierra en

Todo Poesía Marco Ramírez Murzi (1990) Biblioteca de autores y temas tachirenses   En palabras de Pedro Pablo Paredes, ensayista y crítico literario trujillano, merecedor del Premio Nacional de Literatura en 1992, en Marco Ramírez Murzi “el profesional y el poeta jamás se han estorbado”, y es que la lucidez versada de este autor tachirense camina en concomitancia con su ejercicio como hombre de Derecho. Poeta sobre todo, Murzi destaca por la presentación de una poesía que parece adelantarse al tiempo en el cual es escrita, que parece nacer mirando al futuro pero reflejando el presente de la tierra en que nace. En esta ocasión, la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses (BAT) presenta una antología del poeta nacido en las calientes tierras de San Antonio del Táchira, cuyo contenido en verso está contentivo de doce poemarios que demuestran la prolífica pluma de este autor, quien además ha incursionado en el campo ensayístico, publicando, en 1975, Galería de los espejos. En Todo Poesía se encuentra, más allá de una muestra poética, la identidad del estado cuna del poeta. De hecho, en consideración del Dr. Ramón J. Velázquez, “El Táchira ve reflejadas sus mejores virtudes, su pureza, (…) en la voz poética de Marco Ramírez Murzi”. Este texto reúne en sí cuarenta años de la trayectoria poética del autor (1948-1988), años resumidos brevemente en los ya mencionados doce poemarios, y entre los cuales cabe destacar Los Estigmas (1987); El Regreso del Agua, sonetos (1975) y Viento del Oeste (1977), este último de vital importancia, por cuanto fue merecedor del Premio Municipal de Poesía de Caracas en 1978. Al mirar la presentación de los poemas se evidencia la primacía del verso libre, incluso, solo dos de los poemarios del texto son de sonetos, los demás están escritos bajo la libertad del ingenio y no bajo los rigurosos parámetros estructurales de la génesis de la poesía. De allí la consideración ya expuesta de que los versos parecen mirar hacia el futuro, negando ser epígonos de la predilección de una poesía musical a mediados del siglo XX. En cuanto a la temática expuesta por Murzi, en los poemas se evidencian matrices discursivas que se repiten en varios de los poemarios, así, la tristeza, la soledad y la muerte dicen presente como temas medulares en, por ejemplo, el primer poemario: Los Estigmas, cuyos poemas están cargados de una sensibilidad hacia lo subjetivo, a lo interior, de cara al poeta, acompañada de los anteriores tópicos, y de la mano también con la vida, con lo cotidiano, incluso con lo aparentemente insignificante. Sirvan como muestra de ello los siguientes versos del poema El color del hombre:   El hombre no tiene color. Puede ser blanco, negro o amarillo, porque no tiene color. Se dice que es hecho a semejanza de Dios, precisamente, porque no tiene color.   Nótese la presentación insignificante del discurso subterráneo bajo el tema del racismo; en el mismo poema Murzi expone la igualdad del hombre por encima, en este caso, de la coloración de la piel, haciendo reflexión sobre lo efímero de la vida, cuya existencia humana es tan solo “un instante (…) contra el viento”, viento que podría ser la misma muerte, retomando así uno de los temas ejes de su producción poética. Ahora, si bien estos tópicos están presentes en cualquier poeta, es el arraigo a su tierra lo que cabe destacar. Marco Ramírez Murzi es ante todo un andino amante de su estado que quiere “volver a andar los pasos de su infancia”, y mostrar a los demás que la poesía no necesita ser copista de modelos foráneos para merecer el aprecio de propios y extraños. Jhonn Benítez Colmenares    
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