Se escuchó un Grito proveniente de las montañas…

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Reseña de un festival de cine inédito en Venezuela             No deja de ser inquietante que en medio de una crisis como la que vive el país haya surgido el primer Festival Internacional de Cine Fantástico y Horror “El Grito”, realizado en la ciudad de San Cristóbal. ¿Quizás sea una consecuencia lógica? ¿Acaso catarsis? ¿Paradoja tal vez? ¿O nos gusta echarle leña al fuego?…no estoy seguro, pero igualmente lo disfruté. Fueron tres días llenos de ese horror proveniente de la creatividad que nos sumerge en la fantasía y de alguna manera nos humaniza. Ya el veredicto ha sido emitido, y

Reseña de un festival de cine inédito en Venezuela

            No deja de ser inquietante que en medio de una crisis como la que vive el país haya surgido el primer Festival Internacional de Cine Fantástico y Horror “El Grito”, realizado en la ciudad de San Cristóbal. ¿Quizás sea una consecuencia lógica? ¿Acaso catarsis? ¿Paradoja tal vez? ¿O nos gusta echarle leña al fuego?…no estoy seguro, pero igualmente lo disfruté. Fueron tres días llenos de ese horror proveniente de la creatividad que nos sumerge en la fantasía y de alguna manera nos humaniza. Ya el veredicto ha sido emitido, y en buena parte estoy de acuerdo con la escogencia del jurado, por lo tanto voy a comentar algunos trabajos que me gustaron bastante, los cuales, por razones inherentes a todo concurso, no fueron premiados pero que a mi me resultaron gratos, certeros y hasta inolvidables.

            Comenzaré con Extintor de Rodrigo Sopeña y Joana Sonaldo (España), una obra brillante y pulcra en su realización técnica y en su concepción discursiva. Nos plantea una arista de lo fantástico muy cercana a la religiosidad ¿o a la espiritualidad?… En cualquier caso el tratamiento del tema es sutil e inteligente y evoca ese religare tan arraigado en Latinoamérica, donde los milagros parecen ser la esperanza de las mayorías y la necesidad de creer en ellos una forma de resilencia. Este cortometraje nos habla de aquellos que a fuerza de fe labran su destino.

Fotograma de Extintor

Maraña de Brisa Sánchez (México), es una animación muy convincente. Deja entrever todo el cuido y la meticulosidad que sus realizadores le dedicaron a los detalles del arte escenográfico. Una experiencia tenebrosa y sublime por igual. Este cortometraje nos sumergió en una pesadilla, y nos hizo correr de noche por un bosque laberíntico y siniestro, del cual salimos empapados de sombras, sudor y luna, para despertarnos sabiéndonos un animal indefenso. Una recomendable experiencia sensorial.

Fotograma de Maraña

Polvotrón 500 de Silvia Conesa (España), una obra que de haber habido premio a la categoría ciencia-ficción hubiese sido galardonada por su excelente dirección de arte y por una historia que nos inserta en un futuro distópico, quizá no tan lejano, donde dos personajes muy bien concebidos y representados, por los cuales es fácil tener empatía, nos hablan de un vacío existencial producto de un sistema consumista que tiende a convertirlo todo en una transacción comercial, incluso cuando se trata de lo más profundamente humano.

Fotograma de Polvotrón 500

Devórame de Helena Aguilera (México), es una obra que tiene como banda sonora el “popular” tema de salsa de Lalo Rodríguez (Devórame otra vez), y es justamente de lo popular donde emerge el horror en esta realización. Esa compleja arista de la identidad latinoamericana, con sus populosas calles, sus comidas, esa cotidianidad vertiginosa, la violencia, el machismo e incluso la religiosidad están presentes de manera muy acertada en esta obra cuyo guion, bien estructurado, la convierte en un magnífico ejemplo de horror con sabor tropical.

Fotograma de Devórame

El Buen Hijo de Pablo de Vila y Juan Ferre (España), fue quizás la pieza más breve del festival, pero su brevedad resultó directamente proporcional a su contundencia. Una verdadera obra de arte de la síntesis. Todos quedamos petrificados con esta historia contada de manera despiadada y con una macabra elegancia. El personaje central, un niño, nos dejó con el corazón en la boca y pensando en lo retorcida y siniestra que puede llegar a ser la humanidad. Después de dejar la sala en un sepulcral silencio se desataron unos estridentes y bien merecidos aplausos.

Fotograma de El Buen Hijo

Bruja de Oscar Zacarías (México), fue otra de las obras más breves del festival, una brevedad bien aprovechada. Bruja nos muestra un horror planteado desde lo sutil, inserto con elegancia y perversidad en lo más profundo de nuestra zona de seguridad: el hogar. Haciendo que cuestionemos nuestras áreas de confort, pues el peligro puede emerger de los lugares más comunes. Planos bien seleccionados y un guion bien escrito que se deja complementar en la mente de cada espectador.

Fotograma de Bruja

Horrorscope de Pol Diggler (España). Ningún otro cortometraje del festival provocó risas tan hilarantes como Horrorscope. Su manejo mordaz de los estereotipos del cine de horror lo convierten en una obra de arte de la ironía y el sarcasmo. Y en medio de tanta burla la pieza parece dejar el género del horror para abrazar la comedia, pero nada mas lejos de la realidad, el final es una estocada al corazón que nos borra de tajo cualquier sonrisa, dejándonos el amargo sabor de la realidad. Una realización que podríamos adjetivar de horror hilarante y despiadado.

Fotograma de Horrorscope

Miedos de Germán Sancho (España). Fue el corto con mas galardones inscrito en el festival y con toda razón. Una realización excelente en sus aspectos técnicos, concatenada a una narración abierta con un final demoledor que permite seguir pensándola y construyéndola. Gira entorno a un estereotipo del cine de horror al cual logra insuflarle una nueva vitalidad gracias a un giro inesperado que deja en la cabeza de los espectadores muchas preguntas respecto a esa temible oscuridad que nos acompaña durante toda la vida y desde siempre.

Fotograma de Miedos

Limbo de Dani Viqueira Carballal (España). Es una obra bien ejecutada técnicamente, bien actuada, con buena dirección de arte y gran trabajo de sonido. Nos cuenta una historia sórdida que parece distorsionar la realidad, tornándose muy inquietante. Es una invocación del lado perverso de la humanidad que agrede con violencia el tranquilo y confortable sistema societario. Un ataque inusitado a esa vida “normal” con la que todos hemos soñado. El derrumbe de la cordura y la pérdida de los afectos. La ilustración vigorosa de una pesadilla social.

Fotograma de Limbo

Boustifalle de Pierre Mazingarbe (Francia). Con una impecable dirección de arte, excelentes efectos especiales y buenas actuaciones, esta obra nos muestra el gusto por la cocina gourmet de los franceses llevado a niveles extremos y macabros pero condimentado con un humor refinado y elegante que configuran una historia que sigue siendo divertida aunque las cabezas cortadas salten por el aire y uno como espectador se sienta salpicado de sangre. Un gran ejemplo de cómo la comedia y el horror pueden fundirse para generar un plato exquisito, sobre todo si se es carnívoro.

Fotograma de Boustifalle

            Por último he dejado a los ganadores. Empezaré con 28 de Outubro de Tiago Albuquerque (Portugal), trabajo ganador como mejor cortometraje internacional en la categoría animación. Una auténtica obra de arte del género animado. Con unos fondos exquisitos realizados con puntillismo, repletos de detalles en los que el ojo se deleita y extravía, haciendo contraste con los personajes realizados con un dibujo concreto y austero, los cuales cobraron vida gracias a una animación de movimientos fluidos y bien estudiados. Una estética muy original que se deslinda de tanta animación 3d de estéticas uniformes e impersonales. Un gran despliegue técnico aunado a una historia que remite al origen mítico y al paraíso perdido, al horror de despertar en el mundo por primera vez y descubrir sus peligros, todo esto conjugado para brindarnos una maravillosa experiencia estética audiovisual.

Fotograma de 28 de Outubro

La Guarida de Iago de Soto (España). Esta pieza fue ganadora como mejor cortometraje internacional en la categoría horror, además obtuvo el premio a mejor dirección. Es una obra correctamente ejecutada, donde todo está en su sitio y en su justa medida. Un guion que apela a una dimensión humana del horror, sin efectismos ni sangre. Nos narra una historia abierta con un ambiente intimista en la que el espectador tiene que atar los cabos sueltos intencionalmente. Una realización cinematográfica impecable.

Fotograma de La Guarida

 Lo Siento mi Amor de Eduardo Cassanova (España). Este trabajo fue premiado como mejor cortometraje internacional en la categoría fantástico. Sin duda una pieza inolvidable. Con una dirección de arte esplendorosa y bien pensada, una actuación impecable y un guion que logra darle un giro novedoso y alucinante a ese evento histórico del cual parecía haberse dicho todo, como lo es el asesinato del presidente J.F. Kennedy. Además, en este trabajo confluyen en perfecta armonía: la comedia, el musical, el cine erótico y la ciencia ficción. Es una historia que se sale de los paradigmas, cosa que los cinéfilos agradecemos profundamente porque nos sacude los esquemas oxidados y nos brinda una experiencia estética con un aire fresco y cautivador.

Fotograma de Lo Siento, Mi Amor

Y por último confieso que mi ganadora en la categoría horror hubiese sido Sonrisas de Javier Chavanel (España). Una pieza de estética pop, con una dirección de arte osada y contundente. Al principio juega al lugar común hasta el punto de tornarse muy acaramelada, pero luego comienza a torcerse, mejor dicho, a retorcerse a niveles extravagantes, rompiendo con cualquier esquema, haciendo emerger el horror de una absurda jocosidad, volviéndose una extraña comedia, y cuando uno piensa que todo se ha vuelto un chiste el drama se desata de manera sangrienta dejándonos estupefactos. Todo el dulce desaparece para dar paso a un sabor espantoso. Una auténtica joya del horror por atrevida y desconcertante.

Fotograma de Sonrisas

Estas fueron mis modestas apreciaciones del festival “El Grito”, que espero siga elevando su voz hasta convertirse en un ruido atronador que sacuda nuestra ciudad y convoque por años todo tipo de pesadillas y monstruos que puedan fortalecer nuestra desgastada sensibilidad humanidad.

Osvaldo Barreto Pérez

Grupo de investigación Bordes.

San Cristóbal, diciembre 2019.

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