#RutasConHistorias: Los Yeguines de San Simón

Rutas con Historias, VISIBLE

  Por Yoser Linares @yoserlg2 Un espacio con tres vías de acceso, podría decirse el más pequeño del estado Táchira con una superficie de 64 mil km2. El Municipio Simón Rodríguez poco a poco se ha embellecido a pesar de lo recóndito de su ubicación, a casi 157 km de San Cristóbal, merece ser visitado pues no tiene nada que envidiarle a otros lugares. Para llegar a él puede hacerse por la tradicional carretera Panamericana hasta llegar a La Tendida con un cruce inmediato a la derecha para luego pasar por Hernández, y al fin llegar a este pequeño pueblo

  Por Yoser Linares @yoserlg2

Un espacio con tres vías de acceso, podría decirse el más pequeño del estado Táchira con una superficie de 64 mil km2. El Municipio Simón Rodríguez poco a poco se ha embellecido a pesar de lo recóndito de su ubicación, a casi 157 km de San Cristóbal, merece ser visitado pues no tiene nada que envidiarle a otros lugares. Para llegar a él puede hacerse por la tradicional carretera Panamericana hasta llegar a La Tendida con un cruce inmediato a la derecha para luego pasar por Hernández, y al fin llegar a este pequeño pueblo al margen del río Escalante. Así a una altura de 1.120 m.s.n.m. San Simón brinda pequeños espacios para la tranquilidad y algunas aventuras en sus aldeas agro turísticas donde se aprecian diversos sistemas de riego.

San Simón escondido entre el gran verdor

Otra alternativa para llegar al poblado es por la casi carretera interminable que pasan más montañas por Jáuregui. Sin embargo, a pesar de los 21 km de recorrido desde la Parroquia Emilio Constantino Guerrero puede disfrutarse de todo lo que ofrece el páramo andino: clima agradable, cultivo de flores y gente cordial. Cada caserío conserva un detalle distinto.

Así la llegada a San Simón por toda la montaña es encantadora, desde Pueblo Hondo se le conoce como el camino de los indios, ya que se consiguen hornos, petroglifos y otros detalles que por supuesto se esconden lejos de la carretera. Ya en el municipio al pasar un puente puede decirse: ¡al fin, llegada! Las calles de piedra se visibilizan, casas tradicionales recuerdan a sus pobladores colonos pero los rasgos faciales de algunas personas recuerdan a los aborígenes yeguines quienes vivieron en cuevas por la montaña.

Con tan solo cuatro puestos para buses, el terminal de San Simón es muy sencillo. A su alrededor pequeños comercios: bodega, panadería, y hasta una entidad bancaria. Al ir un poco más por el canal de bajada se encuentra la cancha deportiva, que no puede faltar; y la sede de la alcaldía: La Casona, con su estructura colonial bien cuidada que conserva algunas pinturas traídas de Italia. También se consiguen las casas de estudio más importantes: grupo escolar Simón León, Escuela Técnica Agropecuaria Antonio Ignacio Rodríguez Chacón, y  la Biblioteca Pública Prof. Horacio Moreno.

Más adelante se consigue en el fondo de una calle ciega los bustos escultóricos de tres personajes ilustres: Simón Rodríguez, Simón Bolívar, y Horacio Moreno. Retomando la vía está la Tasca El Sotáno, y con unos cuantos pasos se encuentra la estructura más alta: la iglesia de una sola torre con San Miguel Arcángel como advocación mariana. Como todo pueblo venezolano la plaza con la estatua de Bolívar no puede faltar, aunque este Bolívar es auténtico, al menos su estatura parece ser honesta. Alrededor de la escultura hay varios árboles, según el cronista Francisco Ramírez se ha plantado un árbol por cada acontecimiento significativo para el pueblo.

Olvidando la plaza Bolívar de San Simón, se encuentra un pequeño recinto en homenaje a la Virgen de Coromoto decorada con muchas flores en tonos morados y rojos. En ocasiones el lugar permanece encerrado por rejas de hierro pintadas en blanco. Cerca en la salida del pueblo, un aviso en madera informa que la Posada Las Adriani es la opción más reconocida para quedarse.

Más adelante se encuentra una pequeña gruta con la Virgen de Lourdes y la historia de la huella del diablo. A su lado, un gran asta con la imagen pequeña de San Miguel Arcángel en un diseño moderno. Al final de la salida, se encuentran pequeños kioscos de ladrillos para la venta de dulces, bebidas, y otras cosas. Desde San Simón puede irse a Zea, en el estado Mérida; o irse a Hernández, que suele ser la vía de acceso a este pueblo del municipio Simón Rodríguez en el estado Táchira.

Ahora bien, luego de un recorrido por el pueblo debe quedar claro que el municipio tiene más sectores por visitar pues las aldeas de San Simón aparecen hacia lo alto de sus montañas:

  • Portachuelo, con sus caseríos La Esmeralda, Barrohondo y La Cuchilla.
  • Santa Lucía, rodeada por la Quebrada Las Palmas. En el caserío El Rincón se consigue un balneario. Se encuentran también los caseríos de Playa Grande, Las Delicias, El Hoyo, La Pica, y El Saladito.
  • San Roque, casi por toda la carretera con sectores como Angostura, Mesa Grande, Buroquía, Los Cedros, El Fundo, El Paramito y Las Totumas.
  • San Isidro, dividido en San Isidro Alto: El Cerro, La Guarica y La Loma; y San Isidro Bajo: La Pica, El Fundidal, Estanquitos, y La Lagunita.
  • San Andrés, con su Cerro Beneficia y comunidades cercanas: Beneficia (Cerro), El Alto, Las Adjuntas, Bolero, La Laja, Los Monos, La Trinidad, Los Estanquitos, Mesa La Danta.
  • San Miguel, con cuatro acueductos rurales pertenecientes a los caseríos Capacho, La Veguita, Palangana, La Cachimba. Algunos caseríos tienen los mismos nombres, también debe nombrarse El Rincón, El Cerro, Pie del Río, Mesa Seca, Campo Alegre y El Filo.

Por otra parte algunas venas hídricas se distribuyen en toda la zona con nombres idénticos al lugar cerca de las aldeas o caseríos. La Quebrada Los Cedros fue donde se estableció el acueducto rural del pueblo. Algunos puentes deben pasarse y la carretera se va transformando en senderos, caminos boscosos o camellones según la dirección que se tome. Algunas casas viejas comparten el paisaje con estructuras nuevas de arquitectura tradicional.

En ocasiones plantaciones de guineo, caña de azúcar, mora, cebollín o cilantro, y otros rubros sin olvidar la tradicional papa y zanahoria pues los suelos húmedos cubren casi todo el territorio Rodriguence. Sin duda toda una aventura para quienes cambien sus usuales zapatos por botas de caucho.

Respecto a los atractivos naturales en San Simón, ya se habló de sus cuevas. Mientras, cerca de las quebradas se desprenden pequeñas caídas de agua, el salto de La Golondrina le llaman a uno en la Quebrada La Trampa. También puede hablarse de Cerro Negro, montaña que divide naturalmente a San Simón de La Grita. Sin embargo, el lugar más reconocido es una laguna enclavada en la montaña, y que para llegar debe ascenderse por la aldea Santa Lucía pasando por caminos de recua donde hay algunas casas viejas, y pequeños cerros donde se han establecido antenas de transmisión para señales de radio en El Vigía.

Así puede llegarse a la laguna Las Palmas llamada así por estar rodeada en uno de sus lados por palmas o maporas en el bosque; por otra parte, el nombre de Laguna La Brava también se le asigna según por las vidas que se ha llevado en el fondo de sus aguas pues cuatro cruces se ven cerca de ella. Dos están en la orilla de la laguna, mientras que las otras dos se ubican dentro de la casa más vieja de la zona con los nombres de María de Ramírez († 1935) y Marcos Ramírez († 1936). Por otra parte, en el lugar se puede acampar; e incluso pescar pues el agua limpia lo permite, y algunos peces carpas (cyprinus carpio) se consiguen.

Así, estando en lo alto de la montaña, el estado Táchira comparte tierras con el estado Mérida y su Páramo de Mariño, incluso la Laguna Los Lirios es compartida por estas dos entidades a través de una línea satelital imaginaria. Los Lirios se encuentra rodeada de casas que dividen sus terrenos con muros de piedra extendidos hasta la orilla del agua, donde nadan algunos patos silvestres.

La zona montañosa es muy tranquila, existe gran diversidad de aves pequeñas, y ganado que transita en el pasto delimitado por cercas. En ocasiones se escuchan algunos cascos de caballo con su jinete, quién transporta costales de verduras; por otra parte, también se evidencia transporte rústico pues la carretera lleva a Bailadores. San Simón guarda otros lugares por caminos dentro del bosque húmedo, y algunos atajos a campo abierto. El gran verdor de las montañas se aprecia si no hay neblina. Los trapiches son de gran importancia para el procesamiento de la caña de azúcar. El lugar es calmado no hay ruidos fuertes solo el sonido de la naturaleza. Simón Rodríguez merece ser visitado pues recuerda costumbres de los pueblos andinos.

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