Recordando a Freddy Pereyra

Literatura, Publicación

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Ya son 9 años de su partida. La poeta Annie Vásquez nos recuerda algunos textos del maestro pintor, poeta, actor y director de teatro, activista de la cultura, Freddy Pereyra.

Autoretrato de Freddy Pereyra

 

El bastón del ciego golpea mi puerta NO ABRIRÉ
La mano de la mujer golpea mi puerta NO ABRIRÉ

La mano del mendigo golpea mi puerta NO ABRIRÉ

La roja flor adolescente golpea mi puerta para que le enseñe un poema

de inmortalidad Tal vez… no, no abriré Toca la muerte a mi corazón NO ABRIRÉ

Pero solo ella será capaz de echar la puerta al suelo.

 


Hoy, al abordar el día he recibido el relámpago de tu luz en plena tarde

Te he perseguido con casto corazón, con ojos puros celebrando tu existencia

reteniendo la sangre para que surja y siga la vida tu contorno,

para que ilumines con tu poesía como en tierra de bosques o en espuma en aroma terrestre, o en música marina. He perseguido tus zapatos que obedecían agradecidos el mandato de tus pies tus pies arqueados por un antiguo golpe de viento o del sonido.

Te he perseguido con una flor para entregársela a tu fuego florido a tu candelabro abierto y la has recibido sencilla y transparente. Has aceptado mi café y he visto una cascada de ébano que bañaba tus orejas Pensé entonces en tus pechos de paralela plenitud colmados por la luz de la vida. Salté a tus párpados azules y descubrí, que guardas dos países profundos en tus ojos. Corrí a la línea de tu espalda

y la encontré dividida en pálidas regiones

que se pierden y surgen en dos tersas mitades de manzana y sigue separando tu hermosura en dos columnas de oro, de alabastro fino, hasta perderse en tu sexo como una turgente fruta erguida sobre el pacto del mar y de la tierra.

Te conocí detrás de mi mala estrella y en la noche de asombro tu mirada se clavó en mi rostro como una bofetada

Te conocí detrás de tus dientes despierta, toda! desplazabas tu proa intranquila hacia la línea de agua quebrada de mi vida

Te conocí detrás de tus huellas andabas dentro de tu sombra

                                   ALADA cigüeña, águila en la altura

Te conocí detrás de tu cuerpo voluptuosa y cebácea tus colosales maravillas agitabas

Te conocí detrás de tu sueño blanca, blanquísima depurando tu sonrisa prisionera de ti misma

Te conocí detrás de tu vida detrás de tu muerte volcánica, sacralizante calcinaste mis miedos enrareciste mi sangre

Te conocí detrás de tu alma fuego circundante las llamaradas de tus ojos opacaron mi estrella incendiaron mi calma sepultaron mi marcha

Y fué…

detuviéronse tiempo y espacio en un acople maquinal, sincronizante y surgiste tu, Dulce… Mujer, Te descubrí…

ya habitabas dentro de mi.

Freddy Pereyra

San Cristóbal, Venezuela

1948 – 2013

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