Ramón González Escorihuela: «Los libros están para que la gente lo disfrute»

Cine, Publicación

Julio 2016.- (Por David Nieto y Carla Casanova) Para el equipo Bordes, el cine ha sido una de las líneas principales en el trabajo de investigación y difusión. Todos los integrantes y quienes forman parte de los Bordes, han estado relacionados con las formaciones y cineforos de nuestro andar para cultivar los ojos, la mente y el alma con producciones cinematográficas. Muchos tuvimos la oportunidad (y el honor) de nutrir ese andar en cátedras como Periodismo Cultural y Crítica Cinematográfica, impartidas por la recordada Freya Rodríguez de González, en la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Los Andes

Julio 2016.- (Por David Nieto y Carla Casanova) Para el equipo Bordes, el cine ha sido una de las líneas principales en el trabajo de investigación y difusión. Todos los integrantes y quienes forman parte de los Bordes, han estado relacionados con las formaciones y cineforos de nuestro andar para cultivar los ojos, la mente y el alma con producciones cinematográficas.

Muchos tuvimos la oportunidad (y el honor) de nutrir ese andar en cátedras como Periodismo Cultural y Crítica Cinematográfica, impartidas por la recordada Freya Rodríguez de González, en la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Los Andes (ULA), mujer maravillosa quien con sus conocimientos y amor por el cine, contagió a generaciones con el espíritu de ver más allá en cada cinta.

Luego de su partida física, no cabe duda que quedó un vacío en la comunidad ulandina, que no se llenará sino con sus recuerdos… Pero en medio de la nostalgia y la admiración, el equipo Bordes con el apoyo de otros amantes del cine, ha inaugurado y bautizado con el nombre de Freya, la nueva sala de consulta de cine, ubicada en el piso 3 del edificio Administrativo de la ULA.

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Esta sala de consulta, cuenta con la biblioteca personal que acompañó a Freya en vida. Letras y letras que leyeron sus ojos café, y que junto a cientos de producciones, compartió con muchos de nosotros. Hoy, los tenemos de nuevo a la mano, gracias a su esposo, el profesor Ramón González Escorihuela, quien los ha donado, para hacer más significativo el homenaje.

En medio de la inauguración, las palabras fluyeron para Bordes.

DN: ¿Cómo se siente con este homenaje a Freya?

Escorihuela: Me siento muy contento, muy agradecido con la gente del cine club, con Fania, Con Otto, y todos los profesores y jóvenes colaboradores, porque Freya fue una persona que dedicó buena parte de su vida como asidua espectadora del cine, también se dedicó a buscar libros,  revistas, documentación etcétera, y pues pasó los 20 últimos años de su vida aquí con el cine club y la cátedra de crítica cinematográfica. Si ella se enterara de esto que está pasando, se sentiría muy contenta.

DN: Con respecto a la donación de los libros, revistas y películas, ¿fue fácil o difícil desprenderse de ellos?

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Escorihuela: Bueno mira esa es un colección de años, allí hay libros que son muy difíciles de hoy por hoy encontrar,  porque no se editan. Cuando Freya comenzó a buscar libros sobre cine, por la década de los 50, no fue fácil. Pero como pasa con todo libro que tu guardas, se deteriora y además libro que no se lee chico, no se le saca provecho. Los libros están para que la gente lo disfrute, es como si hicieras una película y no se la muestres a nadie.

DN: ¿Cuántos libros son en total?

Escorihuela: Hemos comenzando por una cantidad pequeña de 120 o 130 libros, pero faltan muchos más, también hay revistas de Venezuela, Francia, Inglaterra entre otros. Yo creo que para el mes que viene, el mes de julio ya tendremos todo organizado, y eso solo sirva de basa para lo que viene.

DN: Profesor, ¿qué recuerdos atesoras acá en la universidad con Freya?

Escorihuela: En relación específicamente al cine, recuerdo que ella y yo llegamos aquí en el año 1975 y dos o tres años después, comenzamos con la idea de un cine club, que ella le puso el nombre de La Linterna Mágica, ese cine club comenzó como tal, en el cine El Samán, los propietarios nos cedieron gustosamente una sala que estaba en el piso de arriba, y allí empezó todo.

DN: ¿Cómo fue recibido el cine club en la universidad?

Escorihuela: Bueno al principio como todo fue difícil porque no era fácil conseguir las películas, eran muy pesadas y había que pagar al proyeccionista, pero nosotros buscamos apoyo en las embajadas, por ejemplo en la Embajada de España, de Francia y la Embajada Polaca  nos facilitaron material para que fuera proyectado.

El profesor bromea con anécdotas de los primeros años del cine club, dice que la gente solo veía las películas, le daba miedo intervenir por temor a equivocarse, pues tal vez veían algo que los demás no. Mira un momento al piso y dice: «Recuerdo que las primeras proyecciones fueron clásicos del cine francés, El Salario del Miedo fue una que gustó mucho, siempre tuvimos buena recepción, porque las salas de cine por esa época en su mayoría eran de cine porno», sonríe bromista.

DN: Profesor, ¿que película le recuerda a Freya?

Escorihuela: (dejando de mirar al piso): ¡Caramba! Esa es una pregunta muy difícil, porque a Freya le gustaban muchas películas, pero recuerdo que a ella le gustaba muchísimo una excelente película inglesa y a mí también, llamada El sirviente, dirigida por Joseph Losey. Siempre conversábamos sobre las virtudes.

DN: ¿Qué le recomienda a los personas que están empezando a interesar por el mundo del cine?

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Escorihuela: Que vean mucho cine, tanto como los que se llevan los premios, como los que no.

Y precisamente ahora, además de poder disfrutar de los cineforos preparados por el Cine Club, podremos consultar un mundo literario y cinéfilo que Freya preparó, compiló, quizá sin saberlo, para nosotros ahora.

¡Los esperamos en la Sala de Cine Freya Rodríguez!

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