Oda a Enero o no Oda en Enero

LIMBO, Publicación

Es de madrugada y un hombre medio desnudo con el cuerpo atravesado por flechas viene caminando dando tumbos por la Avenida España, se pensaría que su difícil andar se debe a las múltiples heridas que le ocasionan las flechas, pero realmente es una memorable borrachera la que lo tiene tan mal. Con este extraño personaje podemos constatar como desde lo popular los símbolos de lo sagrado pueden ser alcoholizados en medio de una celebración oficial cuyo objetivo, lejos de ser iconoclasta, está planteado como esa clásica y circense estrategia romana de dominación donde, actualmente, el pan se ingiere fermentado y

Es de madrugada y un hombre medio desnudo con el cuerpo atravesado por flechas viene caminando dando tumbos por la Avenida España, se pensaría que su difícil andar se debe a las múltiples heridas que le ocasionan las flechas, pero realmente es una memorable borrachera la que lo tiene tan mal.

Con este extraño personaje podemos constatar como desde lo popular los símbolos de lo sagrado pueden ser alcoholizados en medio de una celebración oficial cuyo objetivo, lejos de ser iconoclasta, está planteado como esa clásica y circense estrategia romana de dominación donde, actualmente, el pan se ingiere fermentado y los gladiadores usan trajes de luces.San Cristobal de Alberto Durero

Otro extraño personaje es el hombre forzudo y gigante que trata de cruzar la avenida, llevando en hombros a un hermoso niño que brilla como un sol, pero la avenida se ha convertido en un río atronador por donde fluyen los miasmas de la corrupción, los valores caducos, la miseria, la inconsciencia, el irrespeto, la estupidez y muchas otras sustancias pútridas que se suman aumentando el caudal de ese río desbordado. Pero este hombre es fuerte, muy fuerte, y se lanza a esas aguas con la convicción de llevar al niño lejos de esos muladares, sin embargo, al hacerlo, las piernas le tiemblan y se tambalea, el niño al verlo debilitado le susurra palabras de ánimo al oído, el hombre alza la mirada y consigue en las montañas la inspiración, él es montaña, recobra las fuerzas y sigue avanzando, el niño vuelve a estar a salvo, pero el año que viene tendrá, según dicta la tradición, que volver por ese camino y el hombre fuerte no lo será tanto porque estará más viejo y cansado y el niño también habrá crecido y será más pesado, y según la teoría del caos y los niveles de entropía que se manejan desde el poder, se sabe que el río fétido será más peligroso y sus niveles de contaminación más nefastos para el hombre…

Por último debemos recordar que toda esta celebración gira entorno a su majestad Pelona, para complacerla se realiza el ritual importado de la tauromaquia, donde expertos en tortura logran argumentar lo suficiente para declarar tales “sacrificios” animales un “arte”, dicho “arte” pese a venir de una tradición es muy cercano al “arte contemporáneo” por aquello de la estética del horror y la muerte de la belleza.

Pero la crítica no viene por el sacrificio del animal, sino por la pérdida de lo sagrado en el sacrifico. Los sacrificios siempre han estado ligados a nociones de religiosidad, etimológicamente la palabra “sacrificio” viene del latín “sacro” y “facere” lo que significa “hacer sagradas las cosas”, incluso en otra acepción “sacrificio” es equivalente a “dolor y pérdida”, pero en este performance de la tauromaquia, esas nociones no están presentes, la muerte de la bestia es el renacer de la bestia en cada espectador que aplaude la tortura, el sadismo del verdugo, convertido en goce de masas, se instaura en una cómoda habitación de la conciencia colectiva, de esa manera podemos tener un acceso más directo a la violencia que nos hace tan humanos…

Todo este festín exento del carácter dionisíaco se convierte en una simplona bacanal que evidentemente complace a su majestad, porque si hay algo que la enriquece y la entroniza no son los cadáveres sino los muertos que aún siguen vivos… ¿acaso los zombis también son parte de esta galería de personajes extraños que salen en enero en San Cristóbal? (Obitual Pérez)

Share this

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *