Una de las manifestaciones culturales más vistosas y llamativas del calendario festivo venezolano, lo constituyen los diablos del corpus Cristi. Se trata de una celebración que incluye danzas, máscaras y una serie de rituales que se realizan en medio de la celebración católica del cuerpo y sangre de cristo, que se realiza cerca de la fecha del solsticio de verano. En ella los miembros de las distintas cofradías, encargadas de organizar la fiesta desde hace más de dos siglos, salen a la calle ataviados de máscaras que simulan al diablo y los demonios. Estos en vistosas procesiones de danzas y música, acompañan al santísimo sacramento del altar en su recorrido por las más de 12 poblaciones del centro occidente venezolano donde se anualmente se realiza esta celebración. En ella se recuerda la eterna lucha entre el bien y el mal y el triunfo del primero representado en el cuerpo de Cristo y la derrota de los segundos encarnados por los miembros de las cofradías.
Esta tradición fue el tema de estudio de la catedra permanente de estudios regionales que mensualmente se presenta en la Fundación Cultural Bordes. El pasado miércoles 21 de junio los miembros de la fundación, conjuntamente con el grupo de danza de la Unidad Educativa Tucapé “areíto de Tucapé”, reflexionaron, bailaron y se ataviaron con las coloridas máscaras de los diablos venezolanos.
Anderson Jaimes, uno de los miembros del grupo de investigación, realizaría una aproximación histórica a la figura de satanás, el diablo, belcebú y/o lucifer. En ella se hace notar las distintas formas en que se ha representado este personaje a lo largo de los siglos y como los imaginarios actuales lejos de provenir de la tradición cristiana, son producto de una extraña mezcla de literatura y de aportes de otras religiones ancestrales de Europa y oriente.
El Dr. Otto Rosales realizó un acercamiento al trabajo de investigación que se ha realizado sobre esta festividad. De manera especial valoró y actualizó los importantes aportes realizados por Juan Lizcano, señalando la necesidad de continuar generando espacios de estudio, registro y difusión sobre estas y otras manifestaciones de la cultura nacional, pues en ellas está la memoria cultural y afectiva de la nacionalidad.
La Profesora Alejandra Velazco, especialista en cultura y directora del grupo de danza “Areito de Tucapé”, recordó que esta manifestación ha recibido el reconocimiento, por parte de la Unesco, como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Explicó algunas de las características de la fiesta, especialmente las relacionadas con las máscaras, sus formas y el número de cuernos que indican toda una jerarquía en la organización de las cofradías, así como su danza y su música. Presentó, además, una escenificación de “Los diablos danzantes de Yare”, una de las expresiones más conocida de la fiesta de los diablos. Así, los 10 niños y niñas de la Unidad Educativa Tucapé, del municipio cárdenas, revivieron en los espacios de la fundación toda la carga simbólica de este significativo ritual.
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La actividad culminó con la intervención del Dr. Camilo Mora, quien trajo a la actividad la presencia del diablo en la literatura venezolana. A través de una jocosa historia de hombres, santos y diablos, recreó ese mundo del imaginario universal, donde el diablo anda suelto buscando el alma de los pecadores, pero que este cometido no es tan fácil como parece.
De esta manera la Cátedra de Estudios Regionales de la fundación Bordes y el Museo del Táchira, se presenta como un espacio de encuentro, reflexión, celebración y valoración de la cultura del Táchira y de Venezuela.
(Anderson Jaimes)