Por Katiusa Casanova
“Pongan a prueba la capacidad de duda que ustedes puedan tener. No duden en dudar de una imagen, duden de todo.”
El aroma del chocolate tímidamente se quitaba las zapatillas y comenzaba a mover sus pies mientras el salón de conferencias aguardaba el inicio del simposio “Comunicaciones en la era post orgánica” Un leve perfume que cobró fuerza, sembró duda ,y soltó a bailar de nariz en nariz, no era para menos, se venía el importante fotógrafo de Chuao Fernando Carrizales para abrir la ponencia y poner en la mesa el ambiente de sensaciones y sensibilidad, componentes vitales en la comunicación.Fotógrafo, investigador, y ex profesor de la Universidad Simón Bolívar participó del simposio como parte de las actividades del V Seminario de Bordes “Más allá de lo humano” en el museo del Táchira.
Luces apagadas, sentidos preparados. Aparecen las primeras fotografías: Chuao, alegría, espontaneidad, belleza natural que embelesa, el ojo de Carrizales que seduce con el azul de la mar caribeña en contraste con la fotografía 2.0,Carrizales precisó que más que tecnología, posesiones, apariencias o estatus, lo que verdaderamente expresa belleza y vida, es la vida misma, esa esencia del ser humano que sale del alma.
La fotografía 2.0
Carrizales expresó que la Fotografía 2.0 “ya no es un elemento especifico de la fotografía analógica, sino que ahora intervienen muchos elementos en la estructuración de la imagen.” Como no es sólo un oficio de fotógrafos profesionales, sino que cualquiera puede hacer imágenes, incluso sin cámara, existe una <<saturación>> de imágenes.
Por otra parte, explicó que la abundancia de imágenes generó la «banalización» de la imagen y precisó que prácticas actuales como la Selfie o autorretrato “tienen cada día un papel más importante por la «banalización» del ser humano, esa necesidad de que haya alguien que le diga que lo estima que lo ama, que lo quiere porque a pesar de que estamos en una comunidad global, la soledad es mucho más grande”
Así También la fotografía 2.0 generó un cambio de roles del fotógrafo, los dispositivos electrónicos permiten hacer imágenes digitales a cualquiera y este se convierte en autor de la fotografía, lo que trae como consecuencia un problema como autor y con los artistas.
“Esto es algo que hace todo el mundo y la mayor cantidad de imágenes vienen siendo realizadas no por fotógrafos profesionales. Hoy todo el mundo hace imágenes diariamente y eso nos lleva a que los derechos de autor estén problematizados “expresó Carrízales
El futuro de la fotografía
“El futuro lo están haciendo los jóvenes, los que están haciendo fotografía… Son ellos lo que ahora están construyendo esos nuevos lenguajes y por otro lado, el futuro de la fotografía reside en la ciencia ficción” expresó Carrízales y manifestó que sigue el trabajo de fotógrafos jóvenes.
Resaltó que la fotografía hace preguntas y que es necesario tener conciencia, reflexionar y dudar. “Sobre todo dudar, poner en duda todos los discursos que nos vienen dictados en las imágenes, vienen generadas por fuentes de poder que viene respondiendo a sus intereses particular.”
Y así, cual pieza de queso en un vaso de chocolate caliente, Fernando Carrizales tuvo un participación deliciosa y que en cuestiones de tiempo te hacia desear más: ir al fondo de esa manera orgánica, real y transparente de ver el mundo tras un lente fotográfico, el cual podría decirse es la extensión del ojo del profesor Carrizales y de su ser más profundo, que logra captar más que la belleza que le rodea, este ojo fotográfico que va en perfecta sincronía con aquello que su alma capta, atrapa la esencia y la comunicación de otras almas, de la naturaleza, de las personas y de todo cuanto vive, yendo más allá de lo humano.