‘¿Duplicar?’ Otra versión antropológica y arqueológica del Museo del Táchira

BORDES, Publicación

A partir de la publicación de Un museo devastado   Recuerdo de aquel cuento de Jorge Luis Borges Tlön, Uqbar y Orbis Tertius, unos objetos llamados Hrönir, hijos casuales de la distracción y el olvido,  es que cual versión de esta historia lo que me interesa repetir en estas líneas se sumerge a ratos en la ficción para flotar en un distorsionada realidad que parece sacada de un cuento fantástico. A principios de este año leí el texto Un museo devastado de la doctora Reina Durán donde mencionaba la actual situación del Museo del Táchira, institución que como la mayoría

A partir de la publicación de Un museo devastado

 

Recuerdo de aquel cuento de Jorge Luis Borges Tlön, Uqbar y Orbis Tertius, unos objetos llamados Hrönir, hijos casuales de la distracción y el olvido,  es que cual versión de esta historia lo que me interesa repetir en estas líneas se sumerge a ratos en la ficción para flotar en un distorsionada realidad que parece sacada de un cuento fantástico.

A principios de este año leí el texto Un museo devastado de la doctora Reina Durán donde mencionaba la actual situación del Museo del Táchira, institución que como la mayoría de los entes culturales del país y de nuestra región han sentido en carne propia la distracción o, mejor dicho, la desatención de diversas gestiones políticas, no dejando lugar para el asombro a seres quienes como la antropóloga Durán o los que de alguna u otra forma hemos estado involucrados con el Museo viendo de cerca subsistir estos espacios, paradójicamente creados con el propósito de trascendencia de nuestra especie, hoy tienden a ser desconocidos y olvidados.

   
Museo del Táchira
 

Ese olvido al que se han sometido a estos escenarios culturales se debe en gran parte que no generan réditos sino gastos, desde un punto de vista económico,  cuyo valor mercantil en tiempos de crisis tiende a invisibilizarlos injustamente cerrándole puertas y ventanas para que esa luz no pueda alumbrar nuestra memoria. Pero esta suerte de afectación puede ser tomada como propicia si vemos que como  organismos vivos necesitamos tanto de la luz como de la oscuridad para desarrollarnos.

Así como los presos de aquella cárcel de Tlön que excavaron buscando vestigios materiales de su origen en el lecho de un río donde habían algunos sepulcros, y lograron crear los Hrönir[1], y que según el cuento habían prestado servicios prodigiosos a los arqueólogos permitiendo interrogarse sobre su pasado e incluso modificarlo, produciendo estos objetos secundarios también habían llegado a producir un Ur, objeto concluido por la esperanza.

Como dice la profesora Reina en su texto, “se está subestimando la importancia del Museo del Táchira a sabiendas de que es un ente rector en la difusión, investigación y conservación del patrimonio, forjador de conciencia que permite conocer nuestros orígenes, reforzando el sentimiento de pertenencia e identidad en generaciones presentes y futuras” [2]. Entonces vemos como los habitantes de este planeta somos capaces de producir algo semejante a los Hrönir del planeta Tlön.  Se ha “duplicado el museo por sus dos edificaciones, separando sus salas de Arqueología, Historia y cultura tradicional de las salas de Ciencias Naturales, contando también con el Archivo regional del Folklore,  dependencia  que había sido eliminada en la gestión anterior por constituir una duplicidad de tareas, ya que la investigación etnológica la realizaba el Departamento de Antropología”.

Allí está el quid del asunto o el peligro de estas distracciones en nuestro  planeta, haciendo difícil distinguir la realidad de la ficción.  Y es como decía Borges, “Cuando las cosas se duplican en Tlön; tienden a borrarse y a perder  detalles cuando los olvida la gente. Es clásico el ejemplo de un umbral que perduró mientras lo visitaba un mendigo y que se perdió de vista a su muerte. A veces unos pájaros, un caballo, han salvado las ruinas de un anfiteatro”.

Finalizo repitiendo el texto de Borges “El contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este mundo… la humanidad olvida y torna a olvidar que es un rigor de ajedrecistas, no de ángeles. …ya en las memorias un pasado ficticio ocupa el sitio de otro, del que nada sabemos con certidumbre -ni siquiera que es falso”.  En esto último veo la esperanza y espero  el milagro. Lo que hoy vive el Museo del Táchira ya es parte de nuestro pasado, ojalá y las aves sigan posándose en las ramas de los árboles de la Hacienda Paramillo para que este olvido al que se ha sometido al Museo del Táchira de paso a la memoria.

   

Annie Vásquez

Comunidad de aprendizaje de Arqueología Táchira

23 de mayo de 2019

[1] Los objetos que aparecen en Tlön son pensados por las personas, y desaparecen cuando la gente los olvida, de allí que al pensarlos se conviertan en objetos reales, concretos, sacándolos de la ficción.

[2] Texto publicado en la página de Facebook de la Dra. Reina Durán el 23 de enero de 2019.

    Comentarios:  

Hola Annie, me agrado leer tu artículo y saber que siempre hay personas que se preocupan por el presente y futuro del Museo, única institución que venía realizando una investigación sistemática en el estado Táchira, además de preservar el patrimonio y crear conciencia sobre la importancia de nuestras raíces. Un abrazo.

Dra. Reina Durán / Antropóloga, fundadora del Museo del Táchira

 

Annie, muy buen día, muchas gracias por tu artículo, ya lo leí. Voy releerlo, pero que casualidad: ayer pasé toda la tarde en los espacios del Museo de Bellas Artes. Dentro de su biblioteca dictaba un taller de poesía Luis Alberto Crespo. Y en los pasillos el maestro Juan Calzadilla dictaba escritura automática. Yo estaba de mirón. En una de sus salas expone Manuel Espinoza, quien fué entre otras cosas hacedor de museo y escuela. ¿qué cosas no?

Annie tu artículo tiene lectura, competencia en esos espacios, incluyendo el Museo de Arte Contemporáneo. Son espacios vivos latentes pero que gritan incertidumbre.

Luis Cardozo Romero / Diseñador gráfico e ilustrador / Caracas

 

Tremendo texto y terrible realidad

Ender Rodríguez / Artista y poeta / San Cristóbal

 

Muy importante tu artículo

Juana Florez  / Artista / San Cristóbal

 

Qué bueno tú texto.

Cecilia Miconi / Ex directora MAC  y MBA Bahía Blanca / Argentina

 

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