Por Oscuraldo
Para ampliar más el Borde del seminario propongo estas modestas lecturas sobre algunas obras que considero subrayables por la calidad de su realización técnica y por su desarrollo discursivo o conceptual, incitando así a la reflexión y al diálogo, esperando que otras voces repliquen para que autores y público podamos vernos confrontados en un sano y nutritivo degustar de las artes.
Armando Ruiz – Bordes – Vacío y devoración
Una figura antropomorfa parece retorcerse en el piso, como si algo le doliera, como si estuviese contorsionándose, deformándose, o en tránsito hacia la muerte; probablemente se trata de una agonía dramática que contrasta con el blanco conjunto (escultura y materia sobre la que yace) también resulta paradójica la suavidad del material, esta suavidad supone algo terrible; la pérdida del dominio corporal, es la masa sin voluntad desplomándose, perdiendo su humanidad, lo suave ya no entendido como algo afable sino como drama, como ausencia de rigor y de control, de los principios que nos mantienen en pie, es la metáfora del débil, del que se rinde y decide entregarse para ser devorado, entregarse al vacío. En esta propuesta el blanco deja de ser esa luz que evoca pureza y mundos inmaculados para convertirse en todo lo contrario, en un símbolo de algo terrible, de un mundo perverso que va en detrimento de la condición humana.