Nelson Garrido: “Mi obra es un gran error”

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Nelson Garrido habla como quien está movido por grandes cosas, en una mezcla de vehemencia y pasión. Cuando los temas son arte, fotografía y performance, las respuestas fluyen de su boca con la inmediatez de alguien que ha reflexionado durante años sobre estas materias. Aprovechando la estadía en Caracas, tuvimos la oportunidad de conversar con el artista sobre su participación en el marco del VII Seminario Bordes, titulado este año “Muerte y espiritualidad: figuraciones, prácticas y relatos de lo sagrado”, que se estará realizando en San Cristóbal los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2016. Garrido no sólo

Nelson Garrido habla como quien está movido por grandes cosas, en una mezcla de vehemencia y pasión. Cuando los temas son arte, fotografía y performance, las respuestas fluyen de su boca con la inmediatez de alguien que ha reflexionado durante años sobre estas materias.

Aprovechando la estadía en Caracas, tuvimos la oportunidad de conversar con el artista sobre su participación en el marco del VII Seminario Bordes, titulado este año “Muerte y espiritualidad: figuraciones, prácticas y relatos de lo sagrado”, que se estará realizando en San Cristóbal los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2016.

Garrido no sólo participa como artista con su exposición “De lo impuro a lo sagrado”, sino que además impartirá su taller “La fotografía como metáfora”, dedicado principalmente a fotógrafos, pero abierto a cualquier tipo de artistas o interesados en el arte y la fotografía.

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Los bordes

Preguntamos al fotógrafo sobre uno de los temas que más nos han interesado en la Fundación Cultural Bordes, ese entrecruzamiento de disciplinas, los bordes que nos dividen pero que también nos acercan:

Yo creo que eso de parcelar el arte es una aberración. Que todavía las premiaciones y la educación de arte se dé como ´escultura´, ´pintura´, ´cine´, me parece completamente absurdo en un momento en el que todo se cruza, y donde todos los medios están ofreciendo la posibilidad de usar lo que tú quieras. Creo que lo que está planteado es la lectura transversal del conocimiento, pero estoy hablando desde la literatura, la música, etc.

Esto yo creo que fue importante en mi caso, porque me dan el Premio Nacional de Artes Plásticas, en 1990, uno en el que estaba María Luz Cárdenas, justamente, una persona muy allegada con quién vamos a compartir en el Seminario Bordes 2016. Fue súper polémico que un fotógrafo ganara el Premio Nacional de Artes Plásticas y ahí lo más importante no era Nelson Garrido ni que yo ganara, porque mi primera reacción fue que iba a rechazar el premio, porque yo no creo en esas chapitas, en esos premios, pero era importante como ruptura, y yo estoy convencido de que el arte si no parte de la ruptura, del cambio de maneras de ver, no tiene ningún sentido.

Debes poder usar cualquier tipo de medio para tu discurso, limitarse no es una opción, yo uso la escultura…, el mismo artista plástico Caros Zerpa define que yo soy un performancista, pero que congelo el performance con la fotografía. Claro que hay performance, yo trabajo mucho con la base teatral, además yo vengo del teatro, entonces uso todos los elementos teatrales, de actuación. Además, ¿limitarse por qué y para qué? Yo creo que el límite es uno, y tú no tienes que ponerte límite en el arte, sino usar todos los recursos que hagan falta para decir lo que tú quieres decir, sin limitarte.

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Las periferias

Por ser un artista caraqueño, nos interesó conocer la opinión de Nelson Garrido sobre el desarrollo de las artes en las periferias.

Yo sí creo que es importante la estética de las periferias, yo hago parte de la periferia, y cada vez más, a nivel mundial, no solamente en Venezuela, en las periferias es que se están gestando los nuevos lenguajes, no en los centros de poder, ni en los museos, ni en las galerías ni en las universidades, sino lo que está pasando al borde. Yo creo que hay un nuevo “renucleamiento” a nivel mundial, antes nosotros nos veíamos en la medida en que los europeos o los gringos nos veían y hablaban de nosotros, ahora no, ahora nosotros estamos gestando nuestro propio movimiento desde la periferia y determinando el lenguaje, cosa que me parece una maravilla.

¿Lo transdisciplinario está muy de moda?

Ahí es donde me preocupa a mí, “está muy de moda”. Yo creo que no, creo que se trata de un concepto casi clásico que es el del enciclopedismo. Yo me considero enciclopedista, la investigación como en el Renacimiento, donde tú tenías que estudiar física, química, todo, porque el artista tenía que usar todas esas cosas. Yo creo que estamos regresando, no es que esté de moda, estamos regresando a ciertas cosas esenciales del arte que se habían perdido justamente por la tendencia a la especialización. Yo creo que cada día las especializaciones tienen menos sentido, lo que corresponde es hacer una cosa mucho más abierta al conocimiento.

Lo transdisciplinario en la obra de Nelson Garrido

Yo arranco con todo un proceso de cadáveres en las calles, de perros, de animales muertos. Y de ahí salto al estudio, evidentemente con una gran influencia de Joel-Peter Witkin (Estados Unidos), que yo creo que Witkin fue para mí lo que (Francis) Bacon fue para la pintura en la década de los 60, que influenció a muchos artistas en nuestros países. Hay personas que arrancaron con la influencia de Bacon y después agarraron sus lenguajes, empezando por Jacobo Borges. Y yo creo que esas influencias no son malas, porque no podemos seguir asumiendo que nosotros inventamos la rueda. El arte contemporáneo esencialmente toca temas que la humanidad ha tocado permanentemente, pero con nuevos lenguajes, nueva maneras de asumir el amor, la muerte, los temas que siempre tocamos.

Yo creo que las influencias son parte de ese hecho transdisciplinario. Tú agarras los elementos del lenguaje de todas las manifestaciones del arte que te interesen para decir lo que tú quieres decir y en la medida que vas transitando creas tu lenguaje personal. Yo soy un copión y lo asumo, pero pongo los créditos de lo que me copio. Esa manera de copiar, es el lenguaje. Por ejemplo, en la historia del arte yo tengo amigos y enemigos, para mi Goya es mi amigo, yo creo en el lenguaje de Goya, pero un tipo como Renoir, me parece pavoso, meloso y no me interesa y no me importa en el momento, entonces uno busca sus aliados en la historia, donde hay lenguajes que se mantienen. El Bosco es un tipo que me sigue inspirando profundamente.

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Arte y espiritualidad

Quisimos conocer la opinión del artista sobre los temas del VII Seminario Bordes 2016. Esto fue lo que nos dijo:

Lo que yo tengo planteado es regresar al hecho chamánico del arte. El arte, producto del mercado y otra cantidad de cosas fue perdiendo la potencialidad chamánica del hecho mágico, y para mí el arte originario es un acto chamánico, es decir, tú haces objetos mágicos y hay que regresar a eso, que es donde tiene sentido, no el arte decorativo de “ay, un perro verde para que me combine con el salón”. El arte no puede ser meramente decorativo.

Además, el arte anuncia los desastres y eso es parte del hecho chamánico. Una obra como La última cena, de Marcos López (Argentina) expresa mejor el Corralito que cualquier fotografía, y esa imagen se hizo en el 93, era premonitoria de todo lo que iba a pasar. El arte tiene la capacidad de detectar situaciones en la sociedad, es decir, tú tienes que ser el que molesta, el que diga, “mira pana está pasando esto”, porque la gente siempre reacciona después, entonces yo creo que el arte tiene que anunciar los desastres.

¿Es su obra transgresora?

Para mí lo más importante creo que es la ruptura, si el arte no conlleva ruptura, no tiene sentido, el arte no da respuestas, sino que crea preguntas y genera problemas. No resuelve problemas, genera problemas, el arte que no genera problemas no tiene sentido.

No es ni transgresión. Es transgresión la lectura del otro, el concepto de lo feo o el concepto de lo bello evidentemente parte de todos los sistemas de poder, es decir, ¿qué es lo bello y qué es lo feo? Y yo sí creo que el arte es político, uno toma posiciones políticas frente a la vida, no creo en esa idea bobalicona de que el arte está más allá de todo eso, no, yo creo que se parte precisamente de tomar posiciones frente a la vida. Sobre todo cuando el concepto de lo bello o lo feo pasa a ser un hecho ético. Es decir, lo bello es bueno y lo feo es malo. Entonces, si tú te sales de los códigos de lectura de belleza de la sociedad, entonces tú eres malo. No me la calo, a mí mis perros  me parecen hermosos, que los demás los vean como feos es problema de ellos, para mí es un hecho hermoso.

Si yo tuviera que hacerme una autocrítica, yo soy un esteticista renacentista, dadaísta también, por supuesto, porque a mí me parece hermoso cuando tomo fotografías de excremento, me parece que es un hecho estético más no lo estoy inventando yo: Courbet lo hizo, Goya también. Tú lo que estás es retomando temas, no estás descubriendo nada. A mí lo que me preocupa a veces es esa gran ignorancia de entender el arte en el tiempo, uno tiene que tener una cultura general profunda para establecer nuevos lenguajes.

¿Qué veremos en el VII Seminario Bordes 2016?

Primero, el título de la exposición es “De lo impuro a lo sagrado”, es decir, yo veo que lo impuro tiene algo sagrado, es la falla y el error como parte de la expresión de arte. Yo creo en el error, yo fomento el error, mi obra es un gran error, me gusta equivocarme, no creo en una cuestión preciosista. Parto del hecho de que la obra nunca se termina, siempre está en proceso, toda mi obra está en proceso y nunca va a terminar, yo nunca estoy satisfecho con lo que hago. El error hace parte de la obra y a ti te enseñaron que “lo bueno, lo correcto”, yo creo en el arte de lo incorrecto y en el arte que transgrede para abrir nuevas maneras de ver.

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La fotografía como metáfora (Taller)

El taller que vamos a hacer en el Seminario Bordes 2016, es sobre la posibilidad de la fotografía como metáfora. A la fotografía la encadenaron en el sentido de que “es la verdad”, pero no, no hay nada más subjetivo que una fotografía, yo reclamo el derecho como fotógrafo de crear metáforas como en literatura. Si tú agarras cualquier obra de Cortázar, él tiene un nivel de abstracción donde tú aceptas esa regla del juego donde esta mesa se transforma en una culebra y sale volando y no se cuestiona si eso es verdad o mentira, tú estás leyendo y te metes en esa metáfora, y la fotografía tiene la capacidad de ser una metáfora, que es lo que me interesa como lenguaje a través de elementos simbólicos se repotencia la realidad y no es que no parte de la realidad.

Es lo que yo llamo documentalismo subjetivo, tú no estás fotografiando solo a un tipo pegándole un golpe a alguien, sino que estás hablando de la violencia como metáfora, que es mucho más contundente. Dicho de otro modo, a mí lo que me preocupa de la violencia, por ejemplo, no es la violencia, sino el miedo que le genera a la sociedad, una sociedad con miedo no puede crecer. Yo creo que esa violencia se manifiesta al no entender tu cuerpo.

El primer ejercicio del taller es un autorretrato desnudo censurado. Es decir, nosotros no aceptamos nuestro cuerpo porque tenemos el canon de una sociedad de belleza, un país donde tenemos un chip entre Miss Venezuela y Lila Morillo y eso nos determina como sociedad, entonces el primer ejercicio es que tú te retrates desnudo y puedas asumir tu belleza a través tu gordura, a través de un nuevo canon de ver la belleza.

El taller es una gran degustación de todas las posibilidades que se están abriendo en la fotografía contemporánea. Nuevas maneras de ver. Este es un taller que yo doy a nivel internacional en 6 semanas, esta vez lo voy a resumir en 3 días. Es como medicina homeopática, el taller comienza cuando termina el taller, yo voy a poner como con acupuntura ciertos elementos para que después a cada quién se les abran las posibilidades de ver otras cosas dentro de sus lenguajes personales porque para mí la educación no tiene que ser la imposición del conocimiento sino el fomento de los lenguajes personajes que están en cada uno de los participantes de los talleres.

Sin duda, los asistentes a este VII Seminario Bordes tendrán una doble oportunidad; no solo de conocer la obra de Nelson Garrido, sino de disfrutar de su amplia experiencia como mentor. El taller “La fotografía como metáfora” se realizará entre el 28 de octubre y el 30 de octubre y tendrá una duración de 20 horas.

(Fernando Javier Carrero)
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