Los reconocimientos entregados por el Festival Regional de Cine y Video del Táchira en el Ateneo regional el domingo 22 de agosto muestran el incipiente potencial de las actividades audiovisuales periféricas del país. El jurado integrado por Luis Alberto Lamata, Régulo Rincón y Carlos Caridad le reconoce a Normal de Vadin Lasca
mejor sonido, actor, dirección y corto ficción nacional; Centenario de Jasmer Meléndez como mejor corto ficción regional, AleafaR de Daniel Peñaloza mejor documental; actriz a Marcela Girón (Un litro de Greliz Aguilera) y guión a Kimberly Jiménez por su corto Punzon.
Aunque las actividades se ampliaron a proyecciones en salas y áreas públicas o conferencias con el jurado invitado apenas nos remitimos a unos comentarios que logren compartir una apreciación de las proyecciones premiadas, un balance más amplio amerita ubicar cada corto programado y permita una valoración en conjunto. Las notas presentes presumen de honestidad porque parten de un punto de vista subjetivo que ahora procede a continuar como primera persona. Me llama la atención que la ficción aborda el conflicto social de la pobreza en la edad avanzada (Centenario) y la vigente polarización ideológica de Venezuela (Normal), respecto a AleafaR es un documental sobre un perfil de una notable artista trujillana, estos concentran los premios centrales y en contraste muestran un revés de las convenciones aplicadas a los géneros, desmorona el propósito netamente recreativo del argumental y el fin de aproximar la realidad del documental.
Centenario de Jasmer Melendez le reconoce el jurado su conmovedora estética de contar la historia de un anciano que lucha por sentirse útil pero físicamente atrapado por la cruel soledad, muestra las vicisitudes que padece para reunir el dinero necesario que pueda celebrar su cumpleaños con una torta con el uso de técnicas del cine silente como la gestualidad un tanto teatral para expresar emociones y la supresión de diálogos. Edad madura y condiciones socioeconómicas son reunidas en una historia sobre el abandono que va del ámbito familiar al institucional.
AleafaR de Daniel Peñaloza es una investigación sobre un patrimonio cultural viviente venezolano presentado en un trabajo sobrio con buen manejo técnico de acuerdo al jurado, un retrato formal con toques íntimos de la artista Rafaela Baroni que nos introduce en los jardines de su hogar, sus tallas y tejidos, sus performances sobre la boda como celebración a la vida y el amor constante en sus criterios y obras. Normal de Vadin Lasca Orsini es una obra cinematográfica que muestra aspectos de la vida social y política del país basado en la relación de dos personas que definen sus antagónicas posiciones sumergidos en la trampa del caos se aclara en el veredicto final. En el interior de un apartamento gritos, ráfagas de balines, sirenas, ensordecen al protagonista quién escucha una vez conocida afuera pidiendo auxilio lo que inicia un reencuentro en circunstancias que tensa la polarización.
Cautivos sus diálogos derivan una y otra vez en las asperezas que causan sus opiniones aunado al extradiegético caos que los envuelven, es una brecha que no se resuelve en el corto que apenas repara en representarlo comedidamente, intento necesario de dar en la llaga para los involucrados con una convencional dramatización pertinente para hacer la historia más universal. Curiosamente agrade o no, Normal está muy cerca al cine crítico poco o nada presente en la actual pantalla nacional.
