Por Martín Pérez.
La realización de un evento como Líbrate II permite evidenciar que el estado Táchira tiene potencial cultural, artístico e intelectual en constante desarrollo. El espíritu de renovación de los jóvenes involucrados en este evento, es un estímulo para quienes todavía no se acercan a las letras, a la música, al Arte en general. Líbrate, es -en palabras de Raimon Colmenares, organizador de la actividad- un “encuentro para celebrar la palabra escrita, la literatura”, que se realiza por segunda vez, con motivo de la celebración del día internacional del libro. Una iniciativa que surge en el seno de la Universidad de Los Andes Táchira, que presta sus instalaciones para que se lleve a cabo tal actividad, pero que además cuenta con el apoyo voluntario de otras organizaciones como la Fundación Cultural Bordes y la Coordinación de Arte y Cultura de la Universidad Católica del Táchira. Colmenares explica que no sólo persiguen celebrar la literatura universal, sino también dar a conocer lo que se está haciendo en el estado, por eso, el evento está abierto a todo aquel que quiera compartir lo que escribe.
Este año, el evento reunió a tres movimientos poéticos: el Taller Iconoplasta de Poesía (TIPO), Los hijos del lápiz y Héroes literarios en decadencia. Todos integrados en su mayoría por jóvenes estudiantes, quienes buscan expresarse y a la vez generar reflexiones, haciendo crítica social en sus escritos.
El evento va más allá de ser un recital de poesía o una venta de libros, pues Líbrate II sirvió de espacio para apreciar el trabajo de la agrupación Diablo Rojo, quienes musicalizaron y animaron el evento, permitiendo enriquecer mucho más la actividad.
La estrategia del micrófono para todo aquel que quiera expresarse resultó eficaz, pues acaparó un mayor número de personas interesadas en participar. La ocasión sirvió para bautizar el libro de TIPO, titulado Pocetica de Cristal.
Sin duda, eventos como éste desafían las limitaciones económicas y administrativas inherentes a la realización de una actividad cultural pero a la vez demuestra que hay una juventud consciente de su realidad y que busca generar un cambio positivo en su entorno.
Martín Pérez.