VII Seminario Bordes: un espacio de refugio en la acción

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A veces se entiende la espiritualidad o misticismo como equivalente a la vida ermitaña, al aislamiento del mundo y el menosprecio de lo cotidiano. Herencia de una antigua división entre cuerpo y alma que aún demostramos padecer masivamente. En el desarrollo de la séptima edición de un encuentro en torno a las artes y humanidades que en 2016 se enfocó en el tema de la espiritualidad y la muerte, abundaron las reflexiones y discusiones sobre estos términos y sus distintas acepciones. Confluyendo hacia una redefinición de la espiritualidad entendida como la recuperación del sentido de la vida, que sólo puede

A veces se entiende la espiritualidad o misticismo como equivalente a la vida ermitaña, al aislamiento del mundo y el menosprecio de lo cotidiano. Herencia de una antigua división entre cuerpo y alma que aún demostramos padecer masivamente.

En el desarrollo de la séptima edición de un encuentro en torno a las artes y humanidades que en 2016 se enfocó en el tema de la espiritualidad y la muerte, abundaron las reflexiones y discusiones sobre estos términos y sus distintas acepciones. Confluyendo hacia una redefinición de la espiritualidad entendida como la recuperación del sentido de la vida, que sólo puede lograrse en la acción cotidiana, en el cuerpo y el espacio presente, en la relación con los otros y el mundo natural.

A través de ponencias, trabajos visuales y audiovisuales, música, danza, teatro, talleres y conferencias, presentadas por diversidad de participantes locales, regionales y nacionales, se discurrió en torno a relatos y figuraciones de lo sagrado en Occidente y la presencia soterrada de otras culturas en el inconsciente colectivo.

El seminario se inició el día jueves 3 de octubre, con un Simposio del Grupo de Investigaciones Bordes: Otto Rosales, Anderson Jaimes, Osvaldo Barreto, Annie Vásquez, José Romero Corzo y Fania Castillo. Desde esa mesa inicial, quedó manifiesta la pluralidad como aspecto esencial del evento. Desde reflexiones teóricas sobre lo sagrado, pasando por elaboraciones sobre su presencia en el arte moderno y contemporáneo hasta crónica literaria en torno a nuestra relación actual con la muerte. Se abrió así un compás para la discusión y un compartir de visiones y vivencias heterogéneas.

Esa misma tarde se inauguró la exposición fotográfica De lo impuro a lo sagrado del artista visual Nelson Garrido, quien estuvo presente para compartir con el público y recibir impresiones sobre la obra. Polémica, irreverente y cargada de afrentas contra el buen gusto tradicional. Fue importante la participación de la investigadora María Luz Cárdenas, quien luego del recorrido por la muestra de arte presentó una conferencia sobre Garrido y su trayectoria, destacando el trabajo de investigación que está detrás de cada pieza así como la constancia de elementos que ha venido desarrollando el artista para lograr una obra de alto nivel y solidez conceptual.

Seguidamente, se presentó el trabajo de Danza Butoh Mirando al infinito, del grupo Toth, interpretado por el maestro Juan Carlos Linares. Especializado en yoga y disciplinas orientales, el artista mostró su propuesta corporal de una espiritualidad anclada a la tierra, lenta y oscura, distinta de la concepción del espíritu como etéreo.

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Esa noche en un café de la ciudad se compartieron lecturas en torno al tema, con la participación especial del poeta Luis Manuel Pimentel de Barquisimeto y la narradora Annel Mejías, barinense. Entre los representantes de las letras tachirenses Amarú Vanegas y los jóvenes Arianna Rojas y Erasmo Antonio Sayago. La agrupación Urogallo de Mérida presentó una propuesta poético-musical con textos indígenas para cerrar la velada.

El día viernes se abrió con una conferencia del Dr. Pedro Alzuru de ULA Mérida, en torno a la espiritualidad pagana, reafirmando la importancia del cuidado de si antes de cualquier otro objetivo en la vida, como lo destacó Michel Foucault en sus lecturas de la cultura grecorromana antigua, previa al auge del cristianismo. A esto siguió la disertación de Anderson Jaimes sobre el pensamiento religioso tachirense y sus raíces americanas antiguas, africanas y europeas, presentes aún hoy entre nosotros.

Las ponencias de Dixon Calvetti de Yaracuy sobre los usos del museo como templo evangélico, Elizabeth Marin de Mérida sobre la Necropolítica, Caribay Romero del Zulia sobre el tejido funerario wayuu, del poeta José Gregorio Vásquez sobre el cine de Tarkovski y de Yenny Noriega y Tamar Flores sobre el tratamiento de la muerte y lo sagrado en la literatura contemporánea, completaron un día de discusiones movidas en torno a distintos aspectos de la espiritualidad y la cultura.

Los trabajos artísticos de esa jornada fueron una danza funeraria egipcia presentada por la agrupación Studio Baladí, cantos funerarios de la edad media por el coro Tierra y Ser, una propuesta circense del grupo de Circo y acrobacia de la UNET, performance de Joseantonio Sánchez y danza del grupo caraqueño Círculo móvil, quienes presentaron un trabajo corporal emparentado con el teatro y el performance, sobre los sueños como una forma de morir diariamente. Para cerrar la velada se presentó el maestro Aníbal Grunn, referente del teatro nacional y latinoamericano. Con la pieza unipersonal A tu memoria, plagada de sus visiones sobre la muerte y la relación con los desaparecidos, así como el juego ritual del teatro y su muerte y renacer en cada función.

El día final del seminario, sábado 5 de noviembre, la conferencia del recién incorporado miembro de la academia de la lengua Armando Rojas Guardia giró en torno a sus reflexiones sobre la espiritualidad y la mística cristiana. Con una dura crítica hacia el terror al cuerpo y el placer en nuestra cultura, invitó a cultivar una espiritualidad personal, íntima y laica. Estuvo acompañado el poeta de algunos estudiosos de la psicología profunda del Grupo Hades del Táchira, como el psiquiatra Otto Georgi y la psicóloga Nelly Sandoval, quienes mostraron la perspectiva del psicoanálisis de los arquetipos y su relación con lo religioso.

A lo largo de la jornada el público pudo disfrutar también de proyección de audiovisuales, de la participación especial del grupo editorial independiente Utopía Portátil con un taller de ilustración y edición artesanal, de la Logia Literaria Stephen King con su relato de un proceso judicial a una bruja en La Grita y la lectura de imágenes de Sebastiao Salgado por parte de José Gregorio Vásquez. Para finalizar con una pieza de danza-teatro presentada por la Escuela de Artes Escénicas de ULA Mérida.

El balance: realmente satisfactorio y hasta sorprendente que en medio de una crisis económica, paralización de clases y comedor universitario, pudieran reunirse distintas voluntades para hacer posible una actividad como esta. Con solidez conceptual y participación diversa de concurrentes desde distintos puntos del país, interesados en cumplir el programa, debatir e intercambiar con otros. Parece que tenemos necesidades espirituales que superan los obstáculos y que insisten en nutrirse aún ante las adversidades. El espíritu de la formación y de la dedicación a la vida y el cultivo del alma predominaron en un encuentro que se ha constituido en espacio de refugio; no en la pasividad ni la distancia, ni aislado ni sordo a las circunstancias, al contrario reflexivo y dialogante con el mundo y los otros. Una espiritualidad activa y combativa.

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