Una mirada sobre Briceño Guerrero

Literatura, Publicación

Jornada literaria en honor a José Manuel Briceño Guerrero Universidad de Los Andes Julio de 2015 Celebrar la obra de aquellos que partieron “al otro barrio”, como decía Bukowski, es más que tarea obligada, es una deuda de amor ante quienes dejaron legado incalculable a las letras, al deporte, a la cultura. Homenajes en honor a su memoria acercan sus ya extintas vidas a las de quienes viven y que buscan abrigo en lo heredado como una prolongación del recuerdo de su obra, de sus hazañas o de sus logros. De un homenaje de esta naturaleza fue merecedor el escritor,

Jornada literaria en honor a José Manuel Briceño Guerrero

Universidad de Los Andes

Julio de 2015

Celebrar la obra de aquellos que partieron “al otro barrio”, como decía Bukowski, es más que tarea obligada, es una deuda de amor ante quienes dejaron legado incalculable a las letras, al deporte, a la cultura. Homenajes en honor a su memoria acercan sus ya extintas vidas a las de quienes viven y que buscan abrigo en lo heredado como una prolongación del recuerdo de su obra, de sus hazañas o de sus logros. De un homenaje de esta naturaleza fue merecedor el escritor, profesor y filósofo venezolano José Manuel Briceño Guerrero.

Los homenajes post mortem son para recordar, pero también son para conocer. Fue este uno de los fundamentos principales de la jornada literaria en honor a Briceño Guerrero (Jonuel Brigue) celebrada en la Universidad de Los Andes: conocer al autor de El laberinto de los tres minotauros desde otras facetas, un intelectual más íntimo, menos inalcanzable, desde el testimonio de quienes le conocieron y que compartieron sus vivencias con los asistentes al evento.

Precisamente, las ponencias presentadas giraron en torno a un vínculo de amistad con el intelectual venezolano, sin desprenderse del lenguaje académico propio de los profesores invitados a la jornada, quienes acompañaron muchas veces la lectura de sus escritos con anécdotas vividas en compañía del destacado intelectual. De esta manera, los asistentes al encuentro conocen un Brigue menos inmortal, más cercano al plano de la intimidad de un aula de clase, de sus seminarios en la Universidad en Mérida, un estudioso más cercano a sus lectores, más allá del vínculo de lectura de sus libros.

El primer bloque de presentación de ponencias estuvo a cargo de tres destacados profesores. Partiendo desde el profesor Otto Rosales, con un emotivo texto literario en memoria del homenajeado, cargado de imágenes poéticas propias del universo del mismísimo Briceño; pasando por la lectura vivencial de José Antonio Pulido Zambrano, quien compartió un texto sobre su propia infancia, nacido de sus impresiones personales de una lectura de Brigue; hasta un trabajo sobre la relación con la comida en la obra literaria del celebrado autor, por el profesor de la Universidad del Táchira Wilmer Zambrano. Tres ponencias que, en compañía de los ya mencionados testimonios en primera persona junto a Briceño, invitaron a los presentes a acercarse a la obra del autor, a disfrutarla, a estimarla, a conocerla.

El segundo bloque del encuentro, pautado en la tarde universitaria, ofreció la gala del profesor José Romero Corzo, quien realizó una lectura interpretativa del pensar mantuano, categoría desarrollada en la obra del agasajado. Además, estudiantes de la carrera de Educación mención Español y Literatura realizaron lecturas de fragmentos del autor, para finalmente discutir acerca de las mismas a manera de foro. Fue así como el encuentro reunió multiplicidad de voces en torno a una misma dirección: recordar/conocer no solo la obra de José Manual Briceño Guerrero, sino también recordar/conocer al hombre detrás de la imagen literaria, al escritor consejero, al autor amigo.

Sin duda, homenajes como el presentado en la ULA Táchira a Briceño Guerrero permiten que el vínculo lector-autor sea más estrecho, a pesar de la desaparición física del último, quien dejó como legado no solo los libros, sus investigaciones y divagaciones filosóficas, sino quien mostró que la intelectualidad va de la mano con la humildad y con el compromiso docente. Desde la óptica de los ponentes, y de algunos oyentes, se logró tejer un perfil más de la personalidad del ofrendado, solo conocible a través de las revelaciones en primera persona de aquellos que le conocieron. (Jhonn Benítez Colmenares)11703510_377131312497193_7146060826900987608_o

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