Un aniversario muy cinematográfico

Publicación

            El 28 de enero de 1897 ocurre un hecho inédito hasta la fecha en el país y probablemente en el 2017 pueda pasar desapercibido por lo cotidiano que se ha hecho en los 120 años de tiempo que eslabonan ambas fechas, se trata de la primera proyección de cine en Venezuela y los primeros resultados de la intermitente construcción de un cine nacional que obstinadamente en varios períodos repunta para contrastar con otros donde ni causa extrañeza su ausencia.             Como cinéfagos la crítica debe ser una posibilidad amplia de discutir sus falencias sin aferrarnos a un arrogante desprecio

Ramon Gonzalez Escorihuela, historiador y profesor de la Universidad de Los Andes
Ramon Gonzalez Escorihuela, historiador y profesor de la Universidad de Los Andes

            El 28 de enero de 1897 ocurre un hecho inédito hasta la fecha en el país y probablemente en el 2017 pueda pasar desapercibido por lo cotidiano que se ha hecho en los 120 años de tiempo que eslabonan ambas fechas, se trata de la primera proyección de cine en Venezuela y los primeros resultados de la intermitente construcción de un cine nacional que obstinadamente en varios períodos repunta para contrastar con otros donde ni causa extrañeza su ausencia.

            Como cinéfagos la crítica debe ser una posibilidad amplia de discutir sus falencias sin aferrarnos a un arrogante desprecio que sólo manifiesta la ignorancia rampante sobre quienes somos, dónde estamos y lo más trágico hacia qué nos conduce; pero los aspectos favorables ameritan ser celebrados y para ello son los aniversarios, así que el Café Galería Bordes presentó una programación este sábado 28 de enero que incluyó algo del pasado para rememorar lo hecho con cosas recientes para estar al día.

            Inicia con un conversatorio con el historiador Ramón González Escorihuela para repasar en elipsis escenas destacadas como la construcción a principios de siglo XX de un laboratorio para el rodaje y revelado de las festividades del país tanto como la presencia de Juan Vicente Gómez, para la década de los 20’ la aparición de Amabilis Cordero como uno de los pioneros en el cine independiente a la vez que empiezan a surgir salas para proyectar exclusivamente films.

            En los 40’ surge la primera revista local dedicada al cine y las primeras productoras como Bolívar Films o Tiuna Films, recuerda que la creación de la Cinemateca Nacional en 1966 le otorga categoría de arte al cine y en esta década se comienza a trabajar en las bases de una ley que desde mucho tiempo atrás estaba presente en el activismo de los realizadores nacionales. Para los 90’ empiezan a otorgar el premio nacional de cine.

            En la mayor parte de los 70’ y los 80’ González detecta la consolidación real de un cine nacional porque es la etapa donde desarrolla sus propias imágenes con amplitud y referencialidad hacia el mismo contexto en el cual surgen a propósito del largometraje proyectado posteriormente a su intervención, País Portátil (1978) de Ivan Feo y Antonio Llerandi fue oportuno para iniciar una breve discusión en torno a la autoría argumental iniciada con la adaptación del libro homónimo de Adriano González León y la vigente reflexión implícita en las vivencias de la familia Barazarte en diferentes fases históricas.

            Recordó la etapa del cineclub La linterna mágica, que dirigieron él y su esposa Freya Rodríguez, quien también fue crítica de cine y gestora cultural, proyecciones hechas en el sala El Samán conocido hasta su cierre por ofrecer películas sicalípticas en una época donde el video y la internet no existían. El cierre concurrido contó con un grupo de cortometrajes como Cerdos (2013) de Michael Labarca, Tres Mujeres (1986) de Sara Roby, Corral (2015) de Anselmo Portillo y El Jarrón de Baviera (2016) de Daniel Peñaloza.

           En la tarde logramos abrir un ameno debate sobre la censura en el cine nacional desde el caso aún abierto de El Inca (2016) de Ignacio Castillo que desde un tribunal de menores fue sacada de cartelera con incautación de la obra maestra y derechos de explotación, el propósito fue exponer los hechos públicos de cada una de las partes involucradas que desencadenan estas medidas ratificadas que indignan al gremio cinematográfico y debe ser tema de debate para cualquiera con aspiraciones de expresarse con medios artísticos. (Jhonny Márquez)

Share this

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *