On Body and Soul (2017), el encuentro de muchos mundos

Cine, Publicación

  Por Jesús Baclini La particularidad distinguible del ser humano por sobre otras especies es, desde su propia razón, la razón. Tratar de justificar con la justificación, que la rama de un árbol sostenga a este, o que el viento se empuje a sí mismo,  es como decir que sabemos lo que sabemos de nosotros por lo que se supone, ya se sabe. Las personas se encuentran unas a otras, se conocen, comparten espacios, tiempos, momentos, se buscan, se rechazan, se acercan o se alejan, las intenciones de esto, dejando lo circunstancial de lado, son lo que mueve a nuestra

  Por Jesús Baclini

La particularidad distinguible del ser humano por sobre otras especies es, desde su propia razón, la razón. Tratar de justificar con la justificación, que la rama de un árbol sostenga a este, o que el viento se empuje a sí mismo,  es como decir que sabemos lo que sabemos de nosotros por lo que se supone, ya se sabe. Las personas se encuentran unas a otras, se conocen, comparten espacios, tiempos, momentos, se buscan, se rechazan, se acercan o se alejan, las intenciones de esto, dejando lo circunstancial de lado, son lo que mueve a nuestra voluntad, la entendamos o no, de manera racional o no, y estos encuentros y desencuentros son choques de mundos, en ambos casos, con consecuencias catastróficas, hermosas, pero terribles.

On Body and Soul plantea un choque, un encuentro de proporciones universales, aunque no salgan mucho más allá de los cuerpos que se acercan. El misticismo de las relaciones humanas, de los deseos, las interacciones a través de los sentimientos y el alma, como también el desentendimiento, las expectativas, los anhelos, los «debería» y la evolución del individuo como ser y como persona, individual y socialmente.

Cuando dos recién conocidos en su espacio de trabajo, se dan cuenta que comparten sus sueños como canales de comunicación, el discurso con los temas antes expuestos da inicio a una ráfaga suave y templada de aire en las mejillas, en contraste con el gélido y abofeteante soplo de la tormenta blanca que acaece como consecuencia de esos choques al resto del cuerpo.

Los personajes principales, una chica con problemas de desarrollo social afectados desde la infancia y con capacidades cognitivas elevadas, y un hombre con poco tacto y quien tiene un brazo atrofiado, director de un matadero, son ajenos a nosotros casi tanto como a ellos mismos, y guían una serie de encuentros entre sí mismos y quienes les rodean, que generan un río de reflexión sobre la percepción del individuo de sí mismo, del porqué somos lo que somos y hacemos lo que hacemos, como usamos ciertas casualidades para justificar nuestras acciones o pensamientos, pero sobre todo, si estamos o no en el camino correcto… aunque al final, la conclusión a dichas reflexiones puede que no importen para nada.

El desarrollo narrativo de la cinta se toma su tiempo para mostrarnos la naturaleza de cada personaje, principal o secundario, y de darnos a entender que cada uno afecta al otro con la mismas características, solo que en diferentes niveles, y que estos niveles de afección solo llegan a subir o a bajar siempre que el otro lo permita, mostrando un clásico «el más fuerte sobrevive» en una versión sentimental del juego natural de la evolución, en el que a veces, las propias fortalezas humanas se transforman en debilidades, y la razón sucumbe a los sentimientos,  lucha en la que los resultados dependerán del propio aprendizaje empírico del experimentado, y el grado de sensibilidad humana que haya dentro de sí, aunque a veces se encuentre rodeado del rojo drenar de la vida.

  https://www.youtube.com/watch?v=trbZdJ43Hq8
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