Lo cotidiano: una poética combativa

Literatura, Publicación, VI Seminario Bordes Identidades Mínimas

Junio 2015.- El acercarnos al pensamiento y obra de un autor polifacético (inter-trans-disciplinario) como el historiador francés Michel de Certeau, nos encontramos ante un infinito universo de posibilidades interrogativas e interpretativas acerca de la condición posmoderna del sujeto contemporáneo, devenido en sujeto débil, en antihéroe anónimo; personaje histórico (concreto) preeminente en la sociedad de nuestro tiempo y, por ende, protagonista de una vasta literatura actual, debido a la creatividad cotidiana que este sujeto desarrolla, aunque en forma elusiva, dispersa, fugitiva, e incluso silenciosa, fragmentaria y artesanal, para construir “maneras de hacer” combativas, antihegemónicas, signadas por la confianza en la sensibilidad

Junio 2015.- El acercarnos al pensamiento y obra de un autor polifacético (inter-trans-disciplinario) como el historiador francés Michel de Certeau, nos encontramos ante un infinito universo de posibilidades interrogativas e interpretativas acerca de la condición posmoderna del sujeto contemporáneo, devenido en sujeto débil, en antihéroe anónimo; personaje histórico (concreto) preeminente en la sociedad de nuestro tiempo y, por ende, protagonista de una vasta literatura actual, debido a la creatividad cotidiana que este sujeto desarrolla, aunque en forma elusiva, dispersa, fugitiva, e incluso silenciosa, fragmentaria y artesanal, para construir “maneras de hacer” combativas, antihegemónicas, signadas por la confianza en la sensibilidad para recrear redes de intersubjetividad paralelas a los grandes poderes: maneras subalternas de circular, habitar, leer, caminar o cocinar. (Certeau, 1996: 46).

Se trata de un sujeto caracterizado por el autor galo como un consumidor siempre dinámico y creativo, que opone resistencia a los poderes disciplinarios y a los controles sociales del orden dominante, a través del despliegue de su habilidad práctica en el uso épico de astutos ardides y pícaras, aunque sutiles jugarretas, destinadas a escamotear y vencer la anónima fuerza hegemonizante del poder instituido. La vida cotidiana de este sujeto débil, subalterno, es apreciada por Certeau como una poíesis; esto es, como una actividad productiva que insinúa “artes de hacer”, tácticas de los débiles y resistencias frente a la reproducción de un orden hegemonizante.

En La invención de lo cotidiano I: artes de hacer (1996), Certeau desarrolla su concepción sobre tales resistencias abordando en un sentido análogo al de Klausewits -con las aportaciones de Foucault y Bordieu-las nociones de estrategia y táctica. Como estrategia entiende el autor el «cálculo (o a la manipulación) de las relaciones de fuerzas que se hace posible desde que un sujeto de voluntad y de poder (una empresa, un ejército, una ciudad, una institución científica) resulta aislable. La estrategia postula un lugar susceptible de circunscribirse como algo propio y de ser la base donde administrar las relaciones con una exterioridad de metas o de amenazas» (Certeau, 1996:42). Y como táctica, comprende, «la acción calculada que determina la ausencia de un lugar propio. Por tanto ninguna delimitación de la exterioridad le proporciona una condición de autonomía. La táctica no tiene más lugar que el del otro. Además debe actuar con el terreno que le impone y organiza la ley de una fuerza extraña […] es movimiento ‘en el interior del campo de visión del enemigo’ […] No cuenta con la posibilidad de darse un proyecto global ni de totalizar al adversario en un espacio distinto, visible y capaz de hacerse objetivo» (Certeau, 1996:43).

De allí que, para el autorreferido «es en la oposición que establece entre ambas [táctica y estrategia] donde se ubica un núcleo sustantivo de sus desarrollos: un abordaje complejizador de la dominación y el señalamiento de una politicidad de lo cotidiano cuyo signo es el conflicto y no la introyección del orden; la tensión y no la pasividad» (Medina, 1997: p. 2). De manera que el sujeto de la postmodernidad frente asistemáticas estrategias de dominio apela a ‘tácticas’ de negociación en sus usos mediático-culturales, respuestas de contra-poder, prácticas furtivas, instancias de interacción social, bifurcaciones de libertad y supervivencia que constituyen, en definitiva, el ‘arte de vivir’ del ‘hombre común’, del ‘hombre ordinario’.

Es por ello que, partiendo de la relación producción-consumo, y entendiendo consumo como el acto de usar, apropiarse y practicar todo objeto producido (un bien industrial, un plan urbanístico, un programa televisivo, un medio de trasporte…) a Certeau le interesa la práctica del hombre común, sus innumerables tretas para gestionar sus iniciativas y opciones en la vida cotidiana, inherentes a las “artes de hacer” particulares, asimilables a formas poéticas de lenguaje; constituyendo el consumo un cúmulo de procesos socioculturales en los cuales se llevan a cabo la apropiación y los usos de los más diversos productos y servicios.

En el volumen 1 de La Invención de lo cotidiano, Certeau observa relaciones semióticas y poéticas entre la escritura, la lectura y el habla comprendidas a partir de distintas categorizaciones espaciales; es decir, entre el espacio pensado y definido y el practicado y transformado. Entiende así cualquier acto de consumo como una práctica de lectura, y cualquier producción como un acto de escritura. Según el autor, la nuestra es una sociedad transfigurada en texto y lectura, por ser en su conjunto una extenuante lectora de mensajes verbales, de imágenes, de sonidos… de todo un espectáculo para la mirada. No obstante, tal mirada está muy lejos de ser pasiva.

Por ello entiende la lectura de la sociedad posmoderna (caracterizada por la relación producción -consumo) como el despliegue de sus tácticas, sus maneras de cazar el objeto y hacerlo propio, de combinar, metaforizar y crear paisajes inexistentes. Y en tal sentido, argumenta que el acto de transformación poética de la lectura es propio de toda práctica de uso y consumo. Por lo tanto, la apropiación de la lengua, de un sistema de signos, una sintaxis y una gramática, de un conjunto de sentidos literales, al ser desplegados en el habla cotidiana se convierten en un acto transformador de sentido, y, por ende, en un acto poético, en un acto de creación.

En conclusión, Certeau en su afanosa búsqueda del conocimiento acerca de las operaciones con que los usuarios seleccionan y combinan los productos y los mensajes, encontró que la práctica del hombre común consiste en la vida cotidiana de un relato que, sin leerse a sí mismo -y aun siendo un pensamiento que tampoco se piensa a sí mismo-, no obstante, es un acto político, ético y poético, es un acto combativo, una aventura verídica de entendimiento, imaginación y deseo. (José Antonio Romero Corzo. Universidad Nacional Experimental del Yaracuy / Fundación Cultural Bordes /sophroxine@yahoo.com)

Share this

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *