Joseantonio Sánchez Pulido (Semblanza)

Literatura, Publicación

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Desde Púrpura Poesía lamentamos el fallecimiento, en trágicas circunstancias, del poeta, artista visual y gestor cultural venezolano, Joséantonio Sánchez Pulido. Rendimos homenaje a su memoria con esta semblanza y una selección de sus poemas.

La obra de Joséantonio Sánchez Pulido (1956-2021) fue, sin lugar a dudas, testimonio de vida, en una incansable búsqueda por resarcir la huella del mundo, esa rasgadura al existir en el borde del caos. Este artista integral alimentó su propuesta estética desde diversas exploraciones del arte, materializando un discurso con el más profundo sentido poético, desde la palabra al límite del latido: palabra en viva voz, color, trazo y movimiento. Todo un cuerpo textual que, valiéndose del collage, ensamblaje, reciclaje, performance, videoarte y demás recursos artísticos; elevó a la imagen con una visceralidad sorprendente, propuesta que tituló Poética Visual Sonora. Joséantonio fue, además, un incansable luchador por causas ambientalistas y defensor de los derechos de los animales, un crítico como pocos que no se permitía el lujo de las complacencias y las adulaciones, la irreverencia signó su paso por este mundo.

Hace algunos años en una de sus vitales representaciones poético- performáticas con la que participó en la edición del Seminario Bordes – Muerte y resurrección, JoséAntonio invocó el lema personal de la novelista, ensayista, poeta, dramaturga y traductora belga, Marguerite Yourcenar, que son además las palabras finales del emperador en su libro “Memorias de Adriano”. Dejo estas palabras como una forma de conjuro para que nuestro querido artista eleve su alma al infinito:

 

Tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos

 

Amarú Vanegas, San Cristóbal, 2021.

 

 

POEMAS DE JOSÉANTONIO SÁNCHEZ PULIDO

 

Se oscurece el largo corredor

Corre el asesino detrás del loco

Y el loco persigue al asesino

 

Mutuamente se seducen

Repitiendo el mismo crimen

Cada noche cuando duerme

 

El largo corredor se hace infinito,

Dobladas las esquinas,

Levantados los pisos

Mientras el tesoro se esconde entre el olivo

 

Se suceden las caras del loco,

Intercambia el homicida su deseo

 

Hay un tropiezo, un grito

Y despierta

 

De La casa hueca, 2004.

 

 

Abro otro libro para que me tragues desesperado

Y se alimente mi inercia dulce con tu negligente cariño

Para que barras el piso con los versos vencidos

Como yo llenando un cántaro de agua furtiva

Al paso de esas aventuras que tus desvelos narran

Y de esta necesidad de padre pervertido

Alucinado entre los gestos intangibles

Y los abrazos perseguidos sin remedio

Un libro sagrado y obsceno

Con hojas amarillas y páginas todavía en blanco

Y este garabato que asemeja un beso

Sobre la espalda – narrando un secreto.

 

De Abro Otro Libro, 2009.

 

 

Yo dejo las palabras en la calle

En la mitad de la red insolente, discreta o escandalosa

Dejo versos tejidos sin delicadeza

Mando botellas escritas por dentro

Uso las tintas invisibles para calcar los amaneceres

Como si me hubiesen cambiado por otro cuento, en otra esquina

Dentro de un tren en una oscuridad de madrugada

Silente e insomne porque había perdido el apetito

Los escritos sobreviven unos días más como cadáveres insignificantes

Hay inviernos virtuales donde todo queda suspendido en sus hielos

Porque poco han cambiado las intenciones milenarias

Y en la calle los versos pasan frío y a veces hambre

Como cuando las arvejas eran bien recibidas

Cuando la casa estaba sola y los mensajes tomaban vuelo

Eran las mismas botellas que nunca antes había enviado.

 

De Palabras de Arroz, 2016.

 

 

Tendrías que tener los ojos blancos de un poeta nórdico que naufragó en una costa africana embobado por el azul del cielo

 

Haber visto volver las ultimas bandadas de flamencos multicolores que luego volaron hasta ese horizonte último donde desaparecieron

 

Sentarte a la mesa que sirvo con tanta imaginación para ofrendar a los paladares y recibir esa energía mítica que restablece la armonía

 

Tendrías que volver a contar los días desperdiciados mirando sin ver hasta que la luz del Caribe y el tesón de los Andes te colmen todo

 

Escribir día y noche hasta desangrar todos los bolígrafos y las plumas que —desesperados— sobreviven a la barbarie invasora

 

Leer, transitar el universo de los sueños ajenos en el sueño propio sabiendo que ser aprendiz significa descubrir por sí mismo la vida

 

Tendrías que haber empezado el primer día que necesitaste volar sin la constancia de la inocencia ni la pena de asumir la decepción.

 

Inédito, 2017.

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