John Petrizzelli: “No soy un director activista de los derechos de la comunidad LGBT”

Cine, Publicación

El director venezolano presenta su nuevo largometraje titulado “Bárbara”   Tuvimos la oportunidad de ver el pre-estreno de la nueva película de John Petrizzelli, que estará en la cartelera nacional a finales de año y aprovechamos para conversar con este cineasta venezolano que cuenta con 30 años de experiencia. Bárbara es el título de su nueva creación, la conmovedora historia de un travestido artista de cabaret en decadencia, que celoso de la nueva generación de artistas que ha contratado el dueño del bar y amante de Bárbara, le roba un importante maletín y huye hacia el llano venezolano buscando los

El director venezolano presenta su nuevo largometraje titulado “Bárbara”

 

Tuvimos la oportunidad de ver el pre-estreno de la nueva película de John Petrizzelli, que estará en la cartelera nacional a finales de año y aprovechamos para conversar con este cineasta venezolano que cuenta con 30 años de experiencia.

Bárbara es el título de su nueva creación, la conmovedora historia de un travestido artista de cabaret en decadencia, que celoso de la nueva generación de artistas que ha contratado el dueño del bar y amante de Bárbara, le roba un importante maletín y huye hacia el llano venezolano buscando los caminos verdes hacia la frontera. La película se convierte pronto en una «road movie», un viaje hacia el límite entre dos países, pero también un viaje personal de Bárbara para encontrase consigo misma.

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Nos interesó conocer si Petrizzelli tenía una intención militante en cuanto a los derechos de la comunidad LGBT debido a que no solo es autor del documental venezolano Ti@s (2015), que aborda la experiencia homosexual de hombres venezolanos de diferentes estratos sociales en su edad madura sino que además es el principal responsable del Ciclo de cine de la diversidad que ya tiene 11 años en el país, el cual muestra algunas de las películas con temática LGBTI más relevantes de la producción de cine internacional.

“No me considero un director activista de los derechos de la comunidad LGBT, algunas de mis películas tienen personajes LGBT y otras no tienen.  Yo no hago las películas pensando en si van a favorecer o no a la comunidad LGBT o van a luchar por sus derechos, yo hago la película pensando en la historia, si la historia es efectiva y cuenta algo que me interesa contar, entonces lo cuento, en el caso de Bárbara más bien es un personaje negativo, no es un personaje edificante. Hay cineastas que sí son militantes, porque sus películas están planteadas para reivindicar lo trans, lo gay, etc. El Ciclo de cine de la diversidad podríamos considerarlo más militante, y sin embargo, proyectamos películas que no son para nada edificantes, al contrario, muchos de estos personajes homosexuales son oscuros y de hecho hemos sido criticados por eso, pero todos sabemos que en la vida real hay personajes positivos y negativos, hay gays buenos y gays malos”.

 

¿Cuál es la relación de su nueva película Bárbara con la comunidad LGBTI?

“En esta película hay un elemento importante porque Bárbara es gay, pero el mundo donde se mueve no es gay, a mí me interesaba más cómo ese personaje que es un ave que se supone que es toda multicolor y vistosa, va perdiendo el plumaje a lo largo de la película y va quedando desnuda”.

Bárbara adquiere valor como personaje cuando se confiesa y reconoce a sí misma, pero en este viaje hacia su interior será muy importante Sixto, un adolescente que huye de unos narcotraficantes que han asesinado a su familia. Personajes disímiles pero que logran un vínculo en tanto se necesitan el uno al otro para huir de sus respectivos perseguidores. Por una parte un hombre pasado de los 50 años que vive en la fantasía de ser una diva de cabaret, y por otro lado, un jovencito que sueña con ser un gran luchador enmascarado.

Resulta curiosa la visión del director sobre la reacción tan natural de los habitantes de un pueblo en el interior del llano al ver a este hombre vestido de mujer, un poco desdibujando ese imaginario colectivo del llanero machista y homofóbico. Por el contrario, en la película los personajes del pueblo no son particularmente machistas ni homófobos.

Sobre otros aspectos cinematográficos, en Bárbara destaca la fotografía, que logra captar los matices de luz en un llano tan hermoso como hostil, y los colores de la película que van cambiando a medida que a sus protagonistas le van ocurriendo cosas.

“Yo en ficción y en documental prácticamente decido los encuadres, con la ayuda del director de fotografía pero lo primero que yo hago es decirle ‘este es el encuadre’, a veces él me puede aportar, pero yo no estoy contando la historia solamente con los actores, no, yo escojo los encuadres, participo muy cercanamente en cómo están las condiciones de luz, por lo tanto soy muy quisquilloso también con quién hace la cámara”.

La cámara fija en planos generales utiliza de manera audaz el punto de fuga para recoger en la película los imponentes paisajes de nuestro llano y mientras observamos no podemos dejar de pensar en ese llano que describe Rómulo Gallegos en su Doña Bárbara.

Barbara de Jhon Petrizzelli

Aunque la historia de Bárbara no tiene mucho que ver con ‘la devoradora de hombres’, durante gran parte de la película se hace alusión a este personaje como mito, una santa de los llanos venezolanos, y se logra de esta forma un paralelismo entre la obra literaria y la propuesta audiovisual de Petrizzelli. Bárbara va descubriendo similitudes con el personaje de Gallegos y su fantasía final tendrá que ver con esta mujer. La sensación al ver el largometraje es de estar ante un pequeño homenaje de John Petrizzelli al escritor.

El estilo de John Petrizzeli

“Cada película te va a pedir un lenguaje y unos planos diferentes y uno se va adecuando. Mientras que en Ti@s me interesaba la reacción de los personajes y pusimos la cámara a un metro de distancia del entrevistado, en Bárbara aprovechamos el horizonte con planos muy abiertos”

Petrizzelli asegura que no tiene ningún director específico para emular su obra o seguirle los pasos en cuanto a estilo, sino que cada director va encontrando su propio estilo. Sin embargo, expresa su admiración e interés en el cine de Luis Buñuel y el uso de imágenes surrealistas de mundos ocultos.

“A mí siempre me ha gustado filmar planos desde árboles, en casi todas las películas vas a ver un plano donde se filma desde el árbol o se ve de fondo un árbol y hay gente que cuando ve mis películas reconoce mi estilo, por ejemplo el uso de imágenes de rayos x o radiografías que también están presentes en muchos de mis trabajos”.

Quisimos saber sobre los nuevos proyectos del director y descubrimos que aparte de haber escrito guiones también ha escrito prosa, como por ejemplo Negro Lógico (1978) y en la actualidad está preparando su próximo libro de cuentos titulado Historias para las posibilidades del músculo, que promete ser fragmentos de un diario con un toque bastante intenso de homoerotismo.

Para finalizar, nos contó sobre La espada, su próxima película que todavía está en proyecto. Se trata de una distopía futurista en la que una espada, en manos de un muchacho de un barrio pobre en el año 2068 le servirá como instrumento de liberación para una colmena, como hace 500 años lo fue para un cacique indígena.

Tal parece que será difícil encasillar a Petrizzelli en un género cinematográfico particular, pero si de algo podemos estar seguros sobre este director, es de su enorme sensibilidad al tratar temas universales que inquietan al ser humano como la soledad, la muerte, el fracaso, y aun cuando el camino sea incómodo podemos encontrar la belleza en su obra cinematográfica.

Fernando Javier Carrero

Comunicador Social

@fjcarrero

fjcarrero87

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