Huellas de los suicidas (Entrevista a Iraida Blanco)

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Mayo 2016.-  (Por Alejandra Moret) “Quizá el cine no tenga las respuestas, pero al menos nos hace sentirnos menos solos” (Eliezer Arias) Iraida Elena Blanco: Psicóloga comunitaria con una maestría en Desarrollo Socio Económico. Ha investigado junto a Eliezer Arias, director de El Silencio de las Moscas, el tema del suicidio en el páramo y actualmente trabaja, como parte de la Fundación Cultivar en la preparación de un programa comunitario de prevención del suicidio y la procura de la salud mental en comunidades rurales, desde un punto de vista comunitario integral. Ella estará presente en la proyección de El Silencio de

Mayo 2016.-  (Por Alejandra Moret) “Quizá el cine no tenga las respuestas, pero al menos nos hace sentirnos menos solos” (Eliezer Arias)

Iraida Elena Blanco: Psicóloga comunitaria con una maestría en Desarrollo Socio Económico. Ha investigado junto a Eliezer Arias, director de El Silencio de las Moscas, el tema del suicidio en el páramo y actualmente trabaja, como parte de la Fundación Cultivar en la preparación de un programa comunitario de prevención del suicidio y la procura de la salud mental en comunidades rurales, desde un punto de vista comunitario integral.

Ella estará presente en la proyección de El Silencio de Las Moscas este jueves 2 de junio a las 2 de la tarde en el auditorio del Hospital Central de San Cristóbal. Entrada Libre. También la acompañarán de parte del Servicio de Salud Mental del Hospital Central la Dra. Olga Pérez y el Dr. Manuel González, psiquiatras, además del grupo de investigación Bordes.

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¿Cómo decidió empezar a trabajar con el tema del suicidio?

I.B: Hace unos 12 años, mientras que cursaba mi maestría en Desarrollo Socio Económico, decidí hacer mi tesis  sobre el abuso de los agroquímicos en la zona del páramo, pues tengo familia en la zona, desde una perspectiva psicosocial. Entonces conocí al Dr. Eliezer Arias, quien estaba iniciando su investigación sobre suicidios en la comunidad de Pueblo Llano, donde él había estado trabajando como investigador desde hace unos 15 años atrás, y me invitó a investigar el tema, y así empecé con esta linea de investigación.

Si bien sabemos el suicidio es un tema tabú aun, ¿cómo se puede tratar este tema y de qué manera se puede ver como una realidad social?

I.B: Para que un tema deje de ser tabú, hay que empezar hablar de él. El simple hecho de que la gente hable del suicidio en sus casas, especialmente si hubo algún caso, o hay alguna persona que consideren con alto riesgo de suicidio, bien sea por que ha anunciado su intención, o hay algún familiar cercano que se ha suicidado, es importante hablarlo.  Sin hacer juicios. Las iglesias por lo general han convertido el suicidio en un pecado, en un llamado del demonio, etc.,  y esas posturas dificultan la posibilidad de hablarlo, en términos más humanos, más psicológicos. Es importante también que a nivel colectivo se reconozca que es un problema de salud pública, para que tome medidas al respecto.

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Representar visualmente el sentimiento de los que pierden a las personas que quieren por causa de los suicidios, es una manera de sentir cerca a los que se fueron. ¿Es esto sano para los familiares, se podría considerar terapéutico?

I.B: Definitivamente  ha sido terapéutico el que se reconozca su dolor.  Aunque por supuesto no se puede hacer una película sobre todos los casos de suicidios o de otras experiencias humanas dolorosas, pero el hecho de que haya algín tipo de ritual que reconozca el dolor ayuda al proceso de duelo.

A pesar de que se maneja un silencio absoluto en las comunidades rurales sobre el suicidio, ¿cómo les afecta esta puesta en escena donde ellos son los espectadores?

I.B: En conversatorios posteriores al ver la película en comunidades del páramo los propios miembros de la comunidad, por lo general maestros, han reconocido el problema del suicidio, y del silencio sobre el suicidio, y han reconocido que hay que trabajar en formas en las que se hable y se le de solución al problema.

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Sobre la película “El Silencio de Las Moscas” el director cuenta que los  jóvenes se ven obligados a morir como única manera de escape y en una especie de alteridad contextualizada en el suicidio. ¿Pero cómo podemos prevenir estos  “escapes”?

I.B: Como medida inmediata, hablando del tema.  No siendo indiferentes a los problemas que manifiestan o padecen los jóvenes. El suicidio también es una forma de las personas de lidear con situaciones sobre las que se sienten atrapados, sin control. Esos problemas son sobrecogedores y multifactoriales, pero también hay que trabajarlos. Y mientras tanto, fortalecer las capacidades de psicosociales de los jóvenes. Trabajar con su autoestima, con planes de vida, etc.

¿Cómo salvar a los jóvenes que no se logran sentir, que se sienten perdidos, vacíos y que consideran como último y único recurso quitarse la vida?

I.B: Tratar como comunidad de integrar a los jóvenes en actividades recreativas, culturales y productivas que los nutran. Pero también des-tabulizando problemas que los atormentan. Hay muchos jóvenes que no se sienten entendidos, en particular aquellos con tendencias homo o bisexuales.  También, en el páramo, como en muchas otras  comunidades hay un alto índice de casos de abuso infantil, sexual, físico, psicológico. Hablemos al respecto. Muchos jóvenes, pero también adultos se sienten solos en sus problemas y a veces lo normalizan, pero estos problemas se manifiestan con violencias, como el suicidio.

Qué mensaje podría dejar para aquellos jóvenes que se sienten perdidos, que están pidiendo a gritos ayuda, en medio de su silencio.

I.B: Los jóvenes, y todos debemos recordar que todos tenemos crisis. Muchos tenemos traumas en nuestras vidas, pero ellos no nos definen.  No están solos como personas que padezcan dolores.  Los dolores no son eternos.  Busquen a personas o actividades que los puedan ayudar en momentos de crisis. Que no los juzguen, que no los quieran convertir en algo, sino que los respeten.  Reconozcan y si es posible graben y registren los síntomas que han presentando en momentos de algo riesgo.  Reconózcanlo, y prepárense un Kit de ayuda psicológica, que incluya personas con las que puedan contar, sus teléfonos, etc. Háblenles previamente sobre sus riesgos.  Incluyan en un kit canciones, películas, actividades que sean inspiradoras. Esto como acciones de auto ayuda. Hay recursos en internet sobre técnicas de meditación que pueden ayudar, que ayudan a reconocer momentos de crisis como situaciones pasajeras y no permanentes. Las familias también pueden ayudar dificultando el acceso a pesticidas y armas que puedan facilitar los suicidios.

Unas palabras para reflexionar…

I.B: El suicidio es un problema de todos, y es la punta del iceberg de otros problemas psicosociales que debemos abordar, que no debemos dejar esconder debajo de la alfombra de la habituación y aparente normalidad.  Lo que escondemos vuelve a nosotros y nos puede hacer sentir desolados. Nadie esta predestinado al suicidio, ni siquiera personas en cuyas familias hay antecedentes. Así que hay solución.  Debemos ayudar de formas inteligentes a quienes hablan del suicidio, y no solo calificarlos como manipuladores.  Recomiendo el siguiente material sobre prevención del suicidio: Los Mitos Sobre el Suicidio. La importancia de Conocerlos. Del profesor Sergio A. Pérez Barrero.

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