Por Ayarith Martínez
Conciliador y distraído sueño ya le dijiste a Morfeo que estrangulara mis sesos. Dolor infalible lleno de fuegos y vientos mitos torrenciales y distraídos me torturan sin querer y me atormentan a la vez. Una vez, dos veces, cinco gatos, doce melodías, tres gritos incitan a devorar la mente deplorable y aletargar una roca en el cerebro. Será mejor reposar en un material líquido antes de que la tecla siniestra esgrima su nota encima de él.