Fania Castillo – Presentación del IV Seminario Bordes

Bordes, límites, fronteras. Aquello que nos demarca, separa del Otro. Bordes, espacio liminar, zona de encuentro, franja movediza donde los límites se borran y entrecruzan. Este proyecto de diálogo creativo, de confluencia de saberes, ha venido tomando forma desde 2010, a partir del encuentro entre amigos. Investigadores, artistas, amantes del arte y estudiosos (curiosos) de la cultura. Afines y distintos, en el camino hemos tenido encuentros y desencuentros, consenso y disenso, entre los cuales nos movemos hacia el desarrollo de reflexiones serias (y también lúdicas) sobre el o los mundos que vivimos. Apostamos al arte como discurso, como instrumento para hacer crítica de la cultura y no como parte de su espectáculo. Creamos espacios para que artistas puedan encontrarse y dialogar con investigadores de distintas disciplinas, descubriendo que abordan ambos eso que llamamos Sociedad, Psique, Mito, Cultura, cada uno desde su perspectiva y con sus lenguajes particulares. Así mismo, buscamos el espectador crítico, que sólo puede construirse en el intercambio. Cada año proponemos un tema desencadenante de propuestas reflexivas. La convocatoria 2013 ha sido en torno al Vacío y la Devoración. Hemos descubierto durante el proceso de recepción de trabajos, revisión, evaluación y registro la diversidad de ángulos posibles para abordar el tema. El vacío como espacio necesario para la creación, el vacío como falta, deseo, carencia, pérdida. Hambre, voracidad, avidez insaciable. Las distintas alusiones al consumo convergen en una crítica de la sociedad contemporánea y las dificultades de la humanidad en el rescate del sentido extraviado entre la avalancha de imágenes que nos devoran. Este encuentro es nuestra modesta contribución a ese proceso de búsqueda de sentido. Ensayamos en esta IV edición la construcción de un catálogo de participantes, particular como el evento, que pudiese reunir artistas visuales, escénicos, audiovisuales, ponentes, conferencistas, talleristas. La experiencia de cada encuentro es irrepetible, su registro nos permite cruzar lo efímero con lo duradero y contribuir con la preservación de un patrimonio cultural valioso para distintos lectores que puedan disfrutarlo.   Fania Castillo