El pasado jueves 31 de enero se llevó a cabo un encuentro de amantes del cine para disfrutar de seis recientes producciones nacionales realizadas por jóvenes estudiantes y egresados de la Escuela de Medios Audiovisuales de la Universidad de Los Andes. Se recaudó con este evento una pequeña contribución a los fondos de esta casa de estudios, iniciativa de las organizaciones Festivaleando e Historias Producciones que en Táchira se canalizó a través del Cine Club ULA y la fundación cultural Bordes.
La cinematografía venezolana ha pasado por distintas etapas, siempre afectada por los vaivenes socio políticos y económicos, pero dando manifestaciones constantes de vida y crecimiento. Así en 2019 se espera el estreno de 18 largometrajes y la producción de cortos es tan numerosa como difícil de contabilizar, dentro y fuera de las aulas e instituciones oficiales.
En estos bordes del país, los pequeños grupos independientes mantienen viva la cultura audiovisual a través de la producción y otras actividades permanentes como la realización de cineforos (proyección de un film seguido de una discusión con el público participante). Desde 2010, el Cine Club ULA y la fundación Bordes han hecho alianzas con distintas instituciones y abierto espacios en la comunidad para compartir estos foros así como conferencias, talleres, muestras especiales y festivales.
Una muestra de los resultados de esta labor es la multiplicación. Desde 2015, Igor Castillo y Alexandra Valencia gerencian Bordes Galería-Café. Arrancando el 2019, Daniel Peñaloza y Christiam Márquez lideran la creación de un nuevo espacio, la casa productora Para Cinéfagos.
En su oficina de la calle La Bermeja de la urbanización Pirineos (entre el colegio María Montessori y edificio El Paují) se concentrarán las actividades de estudio y realización audiovisual, incorporando al calendario cultural de la ciudad un cineforo los días jueves a las 4:00pm, compañero del que se mantiene en Bordes Galería-Café los días lunes.
La oferta de servicios de realización de spots publicitarios, video clips y trabajos audiovisuales en general se convierte en la principal estrategia de autogestión de este equipo de jóvenes profesionales, que pueden contactarse a través de las redes como @paracinefagos. Así mismo, continuarán participando en la organización del festival de cine que nació en el cine club universitario en 2011, llegando este agosto de 2019 a su novena edición.
Se dice, siguiendo una teoría psicológica de la primera mitad del pasado siglo XX, que los seres humanos somos incapaces de motivarnos hacia el desarrollo espiritual o estético si existen carencias en otras necesidades más básicas. De acuerdo con esta lógica, buena parte de las grandes creaciones humanas traicionan las leyes de la naturaleza. La música afro-americana que nació en campos de esclavización, por dar sólo un ejemplo.
El desarrollo de la sensibilidad artística en tiempos difíciles no es un desatino ni es superfluo, se trata de la preservación de espacios de cultivo del alma. Y deja frutos duraderos para las generaciones por venir. Gracias a estos jóvenes cinéfagos por seguir creando y trabajando sin parar. Todos nos nutriremos de sus esfuerzos.
