Eros: el mito y el cine

Cine, Publicación

En la etimología latina Eros es llamado Cupido, para quienes hablan español moderno son las referencias míticas más familiares para referirse al Amor o el Deseo y se refieren a las tendencias sexuales de cada persona. Unos de los aspectos más llamativos de Eros son las diferentes versiones que se conocen de su origen en su dispersa y abreviada genealogía. Hesíodo (Ascra, siglo VIII – VII a.C.) inicia la Teogonía u origen de los dioses anunciando que Eros nace de Caos y Gea. El dramaturgo Aristófanes (Atenas, 444 – 385 a.C.) indica en su sátira Las Aves que la Noche

En la etimología latina Eros es llamado Cupido, para quienes hablan español moderno son las referencias míticas más familiares para referirse al Amor o el Deseo y se refieren a las tendencias sexuales de cada persona. Unos de los aspectos más llamativos de Eros son las diferentes versiones que se conocen de su origen en su dispersa y abreviada genealogía.

Hesíodo (Ascra, siglo VIII – VII a.C.) inicia la Teogonía u origen de los dioses anunciando que Eros nace de Caos y Gea. El dramaturgo Aristófanes (Atenas, 444 – 385 a.C.) indica en su sátira Las Aves que la Noche (Nix) junto a la Oscuridad (Erebo) gestan un huevo del cual este surge, y en el Simposio de Platón (Atenas, 427 – 347 a.C.) lo refiere en voz de la hetaira Diótima.

No es fortuito que sea una cortesana quien hable con tanta propiedad del tema porque en el contexto ateniense gozaban de cierta aceptación social al acompañar sus servicios sexuales con erudición. Señala que la contradictoria naturaleza de Eros es por el parentesco con Poros (riqueza) y Penia (pobreza), entre la indigencia y la opulencia su gestación coincide con el banquete de festejo por el nacimiento de Venus.

Deidad en parte mortal transita entre los humanos y los demás dioses, cual efebo alado portador de flechas genera con ellas contradicciones en las relaciones de unos y otros, impulsos sexuales que tienen sus representaciones ancestrales en estos mitos pero su actualización se debe a relatos adaptados a los medios de comunicación y emitidos a espectadores de modo masivo como hace el cine desde hace más un siglo.

Para Edgar Morín (1957) con el desarrollo de la industria cinematográfica se erige un proceso de mitificación de algunos personajes que se propagan en estas pantallas, principalmente las que surgen desde Hollywood desde la década de los 30 por lograr insertar sus obras a nivel global de modo casi exclusivo y transformar una novedosa práctica cultural en referencia para adoptar comportamientos amorosos.

E Taylor 2

Se refiere primero al atractivo físico que emanan figuras como Greta Garbo, Brigitte Bardot, Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe o María Félix en Latinoamérica. Ellas junto a otros astros que vengan a la memoria, con el vestuario que usaron o dejaron de usar frente a la cámara, sus actuaciones cuando surgen los abrazos y lo besos pero también sus rostros y poses del cuerpo, se transformaron en agente formadores del comportamiento amorosos de las sociedades industriales.

Así como sociedades ancestrales desarrollaron textos que enseñaron prácticas y ritos para introducirse en las relaciones amorosas, la sociedad contemporánea liberal opta por abrir los medios de comunicación a infinidad de historias que aprovechan el trasfondo del relato para introducir superficialmente los impulsos sexuales.

Las representaciones construidas por la industria cinematográfica establecen una influyente simbolización donde las prácticas corporales reproducidas se asocian al erotismo, ilusión que se despliega su artificio en la pantalla investida por la cuidada presencia escénica de la piel visible y a la vez está en los bordes de la imaginación.

Los deseos participan en la inmensurable producción y reproducción de imágenes cuyo acumulado conduce a imaginarios atravesados desde entonces por los medios de comunicación, atando la reivindicación de Eros a la proyección primero del cine pero eventualmente de la publicidad, la televisión y la nube o red.

La desmesurada serialización y digitalización de sus representaciones ante la diseminación de tecnologías que lo permiten, el cine construye múltiple y personales versiones de los deseos al retomar la apariencia de novedad de bellas criaturas capaces de hacer inmortal una caracterización y luego vender maquillaje o autos sólo con su presencia bidimensional.

Eso sólo significa que la fascinación por los relatos está más que nunca vigente por la posibilidades domésticas de ver cine y debe ser apropiada por los cinéfilos asistiendo a amenos foros como los organizados cada lunes en el Colegio de Ingenieros de San Cristóbal desde las 4pm por el Cine Club ULA y el Grupo Bordes. (Jhonny Marquez)
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