Crónicas verdes de Obitual Pérez (reseña)

Artes Visuales, Literatura, Publicación

de Omar González El Viernes 13 de diciembre 2019 a las 22:19 horas, una notificación de correo electrónico me informaba que la Jauría Intergaláctica de la editorial -Ediciones FUNDAJAU- había enviado su más reciente producción, “Crónicas Verdes, 36 microcuentos greenpunk” escrito por Obitual Pérez, el correo fue el siguiente:   Hola terrícola! La Jauría Intergaláctica quiere compartir contigo este nuevo libro titulado Crónicas Verdes de Obitual Pérez, el cual contiene 36 microcuentos etiquetados de greenpunk, los cuales se disfrutan mejor si se leen bajo la sombra de un árbol. Un abrazo desde el planeta Táchira. Estación San Cristóbal. Cambio y

de Omar González
El Viernes 13 de diciembre 2019 a las 22:19 horas, una notificación de correo electrónico me informaba que la Jauría Intergaláctica de la editorial -Ediciones FUNDAJAU- había enviado su más reciente producción, “Crónicas Verdes, 36 microcuentos greenpunk” escrito por Obitual Pérez, el correo fue el siguiente:  
Hola terrícola!

La Jauría Intergaláctica quiere compartir contigo este nuevo libro titulado Crónicas Verdes de Obitual Pérez, el cual contiene 36 microcuentos etiquetados de greenpunk, los cuales se disfrutan mejor si se leen bajo la sombra de un árbol.

Un abrazo desde el planeta Táchira.

Estación San Cristóbal.

Cambio y fuera.

Esa recomendación de realizar la lectura bajo un árbol me hizo pensar, y pude controlar las ganas de hacerlo en ese preciso momento encerrado entre paredes (afortunadamente). Al revisar las diferentes opciones de árboles que tenía recordé que próximamente viajaría al parque binacional[1] El Tamá o Tamá, y que ese sería el lugar ideal para una primera lectura y efectivamente así ocurrió. Y no lo hice sólo bajo un árbol sino frente a muchos árboles, frente al páramo como se muestra en la imagen 1.

Vista del Páramo el Tamá. Fotografía de Omar González, tomada en enero de 2020
El autor distingue con la categoría de binacional al área protegida que presenta conectividad ecológica y es reconocida como parque natural entre dos territorios fronterizos como son los países de Venezuela y Colombia. En Venezuela se le conoce como parque nacional El Tamá y en Colombia Parque nacional natural Tamá.

Lo primero que encontramos en ese archivo digital es la portada del libro, que nos brinda el título del texto y nombre del autor, acompañado de una ilustración de un árbol -sin hojas- sobre un fondo verde, pero no es un verde común, es un verde, que describiría comoun verde-noche-radiactivo.

Esta ilustración y las demás del libro son creadas por Omau, como lo indica la contraportada. Seguidamente una frase del venezolano Rómulos Gallegos nos llena de esperanza, pero una esperanza por lo verde, por la naturaleza, específicamente la selva. Una selva que se cura así misma del daño ocasionado por el hombre. Reconocemos así la influencia en el autor de Rómulo Gallegos, específicamente de la Novela Canaima (1935).

El prólogo realizado por Wild Parra nos acerca y expone los subgéneros llamados greenpunk y el biopunk dentro de la ciencia ficción, así como también explica el por qué la obra de Obitual Pérez está bajo estas etiquetas. De la misma manera resalta que el autor con el nombre y estructura del libro hace un tributo a Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, publicado en la década de los 50.

Continuando con la lectura nos encontramos con la Ilustración 1. Sobresale una árbol-mujer en cinta (donde se puede ver claramente a su hijo dentro de ella), rodeada de dos seres oscuros a la derecha y unas manos con cola esponjosa que nos deja con la intriga de ¿quién es o qué será eso?, dos niños desnudos a la izquierda, estos niños tienen la particularidad de estar de espaldas; uno es un niño-hongo que camina y el otro un niño-ave por sus alas y garras aferradas a una rama, así mismo hay un ser trepado en un árbol pero solo podemos ver sus brazos y piernas, al frente en el piso un pequeño y desapercibido caracol cruza la escena. Esta ilustración es el la entrada a los cuatro primeros cuentos; Florecita: la historia de algunos niños que experimentan cambios en sus cuerpos, la protagonista es una niña con una piel color verde, estos cambios me recuerdan a La metamorfosis de Kafka. Gramoxone: Un cuento que nos habla de la extinción de la flora, fauna y la humanidad, por la fumigación con gramoxone (un herbicida), al leer este texto recordé un dicho popular entre los campesinos; cuando ven a alguien limpiando la maleza frente a sus casas le dicen: “échele gramoxone y eso queda de patio”. Macrofito: Acá el autor nos narra el momento en que los muertos funcionan de abono para que los nuevos seres puedan retoñar. Venenosos: Continua la descripción de cómo los humanos mueren, esta vez una hormiga envenena a una niña que huye de lo inevitable, pero llama la atención la referencia pictórica que hace el autor para describir una escena desolada, inquietante y surrealista como un cuadro de Chirico a quien cita.

La ilustración 2, muestra en un primer plano una hormiga sobre una hoja y una niña recostada en la acera la cual no tiene rostro algo recurrente en las ilustraciones de Omau, la primera vez que lo vi fue en su obra -NOÚN- (Imagen 2), un árbol cuyas ramas se meten por la ventana de un edificio, un venado en la mitad de la calle y un semáforo cuya función es ser la base para que cuelgue un nido de arrendajos, en la escena también aparece un personaje muy particular, calvo, con anteojos y con una bata de laboratorio que solo observa a los pájaros en el nido. Ecológico: Un cuento que en este momento de cuarentena tiene un peso y una vigencia increíble. Cuando lo leí por primera vez –cuatro meses atrás- era inimaginable que ocurriera algo similar, en estos momentos cuando el virus COVID-19 amenaza con diezmar a la sociedad queda esperar a ver si coincide con lo que aquí se narra. Extasiado: aquí nos narra de manera placentera el proceso de metamorfosis de humano a árbol. Extinción: El autor nos muestra el punto de vista de un grupo de humanos que huyen al espacio y desde allí ven los cambios del planeta sabiendo que nunca regresaran. Homófitos: Uno de mis favoritos, no porque yo sea vegetariano, sino por la imagen que logró generar el microcuento en mi cabeza y la relación automática con unos amigos que si son vegetarianos.

Imagen 2: Personaje NOÚN ilustrado por Omau. 2010.

En la ilustración 3 aparece de nuevo una ciudad invadida por la naturaleza, un árbol-mujer muy similar a la de la ilustración 1 está en la mitad de la calle y es abrazada por un joven humano, también se ve a la izquierda un joven punk hablando con alguien que ya sufrió la metamorfosis y ahora es un árbol pero con ropa. Fitogenia: otro cuento que nos habla de metamorfosis, esta vez una mujer experimenta las nuevas formas de comunicación. Volviendo: Acá el autor nos presenta lo vivido por un humano en esa primera etapa en que la naturaleza comienza a devorar a la humanidad y adueñarse de todos los espacios. Edenismos: Continúa mostrándonos como los animales salvajes ahora son dueños de las ciudades y cuidan su territorio de los humanos. Acráticos: Este es un cuento muy particular, ya que plantea una solución al problema (especialmente en este preciso presente donde se habla de un necesario cambio en la humanidad), esta “solución” nos ayudaría a vivir en armonía o en un infierno por lo radical y sangriento que sería al principio, como lo plantea el autor. Pero hoy aún me pregunto al igual que la primera vez que lo leí ¿Será este el único camino para salvar a la especie humana.

Al ver la ilustración 4 recuerdo que me generó una perturbación muy grande, nostalgia, rabia y miedo ¡sí! miedo, porque levanté la mirada e imaginé todo deforestado. Todo lo que vemos en la imagen 1 convertido en nada por culpa de la explotación y avaricia, y es un peligro latente ya que está comprobada la cantidad enorme de minerales que existen en esas montañas y lo peor es que en los últimos tres años las fincas dentro del páramo El Tamá en el territorio Colombiano han sido compradas por mineros (ya que es permitido y legal). Aún recuerdo el frío que recorrió mi cuerpo, tuve que detener la lectura por unos minutos. Clorofila: Es el texto central del libro, el más importante, sería algo así como el tronco del árbol, los demás serían ramas y hojas que están unidas a él. Ya que nos habla por primera vez del -FITOGEN-, que es el virus que se inocula a los humanos y es la razón por la cual ocurre esa metamorfosis de la que nos han hablado los cuentos anteriores. Arbólicos: Este relato nos cuenta como fue la legislatura y las primeras condiciones para que los humanos voluntariamente se sometieran por primera vez y legalmente al uso del fitogen para así convertirse en árboles. Araguaney: Como venezolanos ya el nombre nos mueve una fibra interior, mucho más si lo imaginamos florecido, este texto habla de la confusión existente en la comunidad científica de ese futuro, al no conocer las razones por la cual se originaba la selección de la especie al realizarse la metamorfosis. De lo anterior surge la siguiente pregunta ¿Qué especie de árbol me gustaría ser y por qué? Inundados: Un cuento con un poco de humor negro por las imágenes literarias que nos brinda y lo sarcástico del final que tiene más realismo que ficción.

Seguidamente la ilustración 5, para mi es una de las más bonitas, está llena de magia. Si algún estudioso de la literatura latinoamericana y del Caribe la viera estoy casi seguro que diría que allí esta explícita la categoría de lo real maravilloso y/o el realismo mágico. Es una imagen que evoca a los juegos de encontrar animales en las nubes. Submarina: es el cuento al que correspondiente a la ilustración 5, efectivamente está presente lo real maravilloso. Verduscos: en esta oportunidad el autor nos narra la descripción de los nuevos hábitos de alguien que sufrió el cambio por el fitogen. Elemental: Un cuento muy curioso y divertido, que nos narra que los inoculados por el fitogen, luego de ser transformados, son acompañados por un espíritu de las plantas llamado elemental. Primavera: Los inoculados no sólo se mueven sino que también se reproducen creando así las nuevas generaciones de seres sobre la tierra, que prometen un futuro muy verde.

Ilustración 6: Lo primero que resalta es un grupo de jóvenes en un aula de clases, uno de ellos es diferente a los demás, este joven por pelo tiene hojas y sus manos son ramas, lo común entre todos es el uniforme y una máscara ¿Por qué una máscara? Afuera del aula se ve a un humano y un inoculado, en este futuro que nos plantea el autor existe el amor entre todos los seres. Neophytos: es la historia narrada por un niño que sufre de acoso escolar por ser diferente “árbol-humano” !ni en el futuro los niños escaparan! Fitofilia: Un cuento de amor entre dos inoculados que luchan para proteger a su hijo de los científicos. Paradigma: Un nuevo modelo económico-social donde no existe el mercado. Me agrada, quizás es lo que necesitamos en este momento. Diversión: En este texto se enfrentan dos formas de “diversión”, la de los humanos que se auto destruyen con sus “rumbas” y los inoculados que prefieren la soledad y la meditación “yoga” dos posturas que son válidas en nuestro presente.

Llegamos a la ilustración 7; en ella vemos a un grupo de inoculados en una colina practicando su forma de diversión, también una casa sin techo habitada por esta nueva especie, unos árboles con rostros muy particulares (uno femenino y el otro demoníaco), y un nido con un huevo y un ave, este huevo y esta ave no sé por qué razón me llevó a recordar una instalación que vi en el 2012 del artista plástico tachirense Oscuraldo (Imagen 3).

Imagen 3: Instalación realizada en el Museo de Artes Visuales y del Espacio del Táchira , San Cristóbal mayo de 2012, fue parte del «Proyecto Luz» . Foto: Oscuraldo

Telúricos: Muestra que una nueva arquitectura fue necesaria para los nuevos seres, sobre todo casas sin techo. Biociudad: Continúa narrando los cambios no sólo a las casas sino a las ciudades por exigencia de los inoculados, y que gracias a ello se nota la mejoría en el clima. Inquilino: No todos están de acuerdo con estos cambios, algunos aún sueñan con sociedades robotizadas, el autor los llama tecnofáusticos. En este texto llama la atención la utilización del número 36. Educación: un cuento que muestra los cambios y problemas en la educación a pesar de ser mixtos.

Ilustración 8; aquí vemos como un niño-humano y un niño-árbol disfrutan de una lectura bajo un árbol, como la recomendación hecha para la lectura de este libro. Pero es un árbol muy particular, es un árbol con espinas y un pequeño cuerpo femenino incrustado en él, ese árbol con espinas me recuerda mucho a una instalación realizada también por el artista Oscuraldo en el marco del seminario Bordes 2012. (Imagen 4).

Imagen 4: Instalación realizada en la Universidad de los Andes Núcleo Táchira, San Cristóbal, Venezuela, 2012. Foto: Oscuraldo

Espinosos: Es un cuento que nos acerca a la primera inoculada voluntaria y la razón por la cual es una Ceiba con espinas. Homótecno: Es un texto poético que nos invita a reflexionar, para volver a convivir, conversar con la naturaleza como lo hacían nuestros ancestros. Iracundos: Nos habla de una guerra entre inoculados y los antiverdes, curiosamente aquí también vemos el número 36. Tecnófito: Narra el fracaso de los antiverdes en esta guerra al utilizar cyborg-genética para infiltrar y debilitar a los inoculados.

Y finalmente la ilustración 9 nos muestra que no sólo en la tierra ocurrió esta metamorfosis sino que en el mar también, y vemos hombres-algas conviviendo con peces y restos tecnológicos de los antiverdes, así como un tranquilo pescador en un bote. Homóficos: es el nombre de los inoculados que vivían en la costa y deciden mudarse al mar ya que necesitan grandes cantidades de agua para vivir. Empalados: Nos narra una guerra corta y sangrienta entre los antiverdes y los inoculados, donde los cuerpos fueron luego abono para las flores, imagen que me recuerda al cuento -Un caballo que era muy bonito y se alimentaba de jardines- del escritor venezolano Aquiles Nazoa. Como también quiero resaltar la referencia que hace el autor a Vlad el Empalador (un personaje histórico) para comparar y resaltar lo violenta y sangrienta de esta corta guerra. Hedonismo: un cuento que nos habla del placer y las maravillas del nuevo mundo, donde plantas, humanos y animales viven en armonía, pero insisten en que todo será una distopía. Reverdece: Es el último cuento, aquí hay un pequeño resumen del libro y nos da una visión de los que salieron al espacio en el cuento Extinción.

Crónicas Verdes es un macrocuento dividido en 36 microcuentos acompañado de 9 ilustraciones, donde Obiltual Pérez y Omau nos muestran un futuro muy verde, donde la naturaleza recupera esos huecos hechos por el hombre, como lo describe Rómulo Gallegos en el epígrafe del libro. Pero para poder recuperarse fue necesario crear un virus llamado fitogen e inocularlo en los humanos y eliminar a los extremistas antiverdes.

Un libro cargado de semiótica, filosofía, existencialismo, vegetarianismo y respeto por los conocimientos ancestrales, donde se nos plantea un futuro en búsqueda de ese paraíso terrenal que tanto nos han vendido. El autor nos muestra cómo sería ese futuro, los cambios en educación, política, arquitectura, el amor, la alimentación, así como también los sacrificios y algunas guerras necesarias.

En el momento que escribo estas últimas líneas el planeta tierra está atravesando por una pandemia causada por el virus COVID-19 el cual nos obliga a una cuarentena mundial. En algunos países voluntaria, en otros obligatoria, viendo en vivo y directo como la humanidad se contagia y algunos mueren. Desnudando y dejando al descubierto lo inviables que son los sistemas políticos y económicos dominantes. Todo apunta a que se nos está dando una oportunidad para cambiar y salvar el planeta de los antiverdes que son REALES.

Crónicas Verdes en estos momentos de encierro nos podría dar algunas pistas en lo que estamos fallando y los cambios necesarios que tenemos que hacer. Nos invita a una reflexión. Es impresionante como la ciencia ficción no está tan alejada de esta realidad.

Crónicas Verdes es un texto de calidad en muchos sentidos, bien diagramado, apto para todo público, que puede ser recomendado sin dudar. Confieso que me quedé con las ganas de ver hombres-cactus y por supuesto me intriga muchísimo cómo sería un hombre-frailejón y sus poderes.

No me queda más que agradecer el excelente trabajo que hicieron Obitual Pérez y Omau en este libro, extiendo el agradecimiento al artista plástico Oscuraldo, cuya obra recordé mientras lo leía; extrañamente estos personajes se relacionan, comparten gustos e investigaciones desde hace años. A Osvaldo Barreto que es el terrícola que mejor los conoce. Y a FUNDAJAU animarla a que continué sin desfallecer en esta utopía literaria tan necesaria. Como diría Cerati; GRACIAS TOTALES.

Enlaces de interés para conocer mas trabajos de FUNDAJAU, Omau, Obitual Pérez y Oscuraldo.
http://fundajau.blogspot.com/
http://lajauriaintergalactica.blogspot.com/
http://omaucomics.blogspot.com/
http://oscuraldo.blogspot.com/
 
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