Así fue en la plaza (reseña)

Artes Escénicas, Publicación

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Este domingo 21 de febrero de 2021 se convirtió en una fecha especial en San Cristóbal, Venezuela. Al menos así fue para un sector pequeño pero vital para cualquier ciudad, como es el círculo de artistas, creadores y promotores culturales.  Este año no hubo feria de San Sebastián, quienes viven del comercio aprovecharon el día de San Valentín para inundar las calles de ventas ambulantes, ante la falta de plataformas disponibles. Igual nos pasó a los amantes de las artes este domingo. Un grupo de bailarines tachirenses que trabajan fuera pero siempre regresan a tocar tierra, coincidieron en esta oportunidad, y nos regalaron un ensayo abierto al público en la Plaza Los Mangos de Barrio Obrero. Esa coincidencia nos llevó a reunirnos a muchos, a pesar del miedo al covid19 que ya llegó al 21. 

Así fue. Puropié. 2021. Fotografía de Luis Gaitán

Es una pieza que habíamos visto antes. En 2013 se estrenó en el teatro de la Casa Sindical y luego hizo una gira que incluyó su participación en el 4to Seminario Bordes, donde se presentó en el llamado Hall de la Universidad de Los Andes, después de un trabajo de adaptación del espacio. Fue creada por el colombiano Resurrección Rivera, quien estudió con Pina Bausch. Y se siente esa huella, en algunos movimientos e imágenes, así como en la importancia que le da a la expresión creativa del intérprete y la exploración de su mundo interior en ese proceso de creación colectiva que es la coreografía.

Así fue. Liz Pérez. Puropié en Bordes 2013. ULA. Fotografía Daniel Peñaloza

Pero entonces como ahora, el motor de esta puesta en escena es Liz Pérez, fundadora de Puropié danza contemporánea hace veinte años, bailarina y productora para aquellas primeras funciones de 2013, y directora ahora de esta versión, ocho años después. Gracias a esa energía sigue vivo Puropié, con otros intérpretes, y nació Entredanza, centro de formación integral, que le da también vida a estos proyectos y a la ciudad.

En esta oportunidad, el personaje de Liz lo asume Jorge Luis Gélvez, quien se ha formado principalmente en teatro, y demuestra aquí que es un artista escénico integral, con una fuerza expresiva de mucho poder, a la vez contenido, íntimo, logrando conmover al público incluso en medio de una plaza, bajo un sol ardiente, sin amplificación de sonido, con una acústica inclemente, y hasta un avión de juguete o platillo volador que le zumbaba en la cara. 

Jorge Luis Gelvez, Lucía Ramírez y Elimar Montes. Así fue. 2021. Fotografía de Luis Gaitán

Esta interferencia que se mantuvo durante casi toda la función y logró irritarme especialmente en las escenas donde los bailarines tenían texto (y un texto precioso por demás), tiene que ver con ese problema de nuestro tiempo, donde suele darse prioridad al registro sobre la experiencia. Seguro que cuesta mucho dinero alquilar un drone y lo más probable es que haya sido un favor muy especial y agradecido con fervor. La oportunidad de contar con un material audiovisual bien grabado y editado es valiosa, eso es indiscutible. No es un reclamo sino una especie de queja sin receptor intencionado. Es tan importante registrar para que nos quede algo más allá de lo efímero del vivir, del ver y escuchar, del sentir, que podemos dejar de disfrutarla cuando está ocurriendo.

Lo menciono también porque Así fue se me hace que es una pieza sobre  la experiencia, sobre el recuerdo, el olvido y la memoria. Especialmente de la memoria emotiva. Y la nostalgia que aquellas imágenes evocan al volver a pasarlas por el corazón. 

Puedes irte no me importa
Que se queden tus olores, tus sabores, tus rumores
Puedes irte no muy muy lejos
Puedes irte hasta la punta de mis dedos
Puedes irte no por mucho
Vuelve antes que se acaben mis suspiros

Los recuerdos estacionan, seducen, invitan con un tímido guiño, embolatan, sacuden, pellizcan, abrazan…

Puedes irte…

Mejor quédate

Así fue. Puropié. 2021. Fotografía de Luis Gaitán

Una poética de la memoria y el olvido, unos cuerpos que se arrastran y entrechocan, se halan y se empujan, se van y se quedan. Es una pieza romántica. Para el momento de su estreno, nos sorprendió a quienes estábamos acostumbrados a un Puropié «ácido». No puedo decir que me gusta más o menos un tono o el otro. Lo que me importa es que una obra me diga cosas y me haga sentir, y esta lo hace.

Recuerdo que a un amigo le molestó aquella vez la estética europea de la pieza. Las hojas secas, de un otoño que acá no existe.

Hoy pensaba en eso. ¿Será realmente por transculturización o será que hay algo arquetipal en la imagen de las estaciones? Estamos casi en el Ecuador, pero todos hemos visto cuando un árbol pierde sus hojas, cuando cambia de color. Sabemos de la vejez, del nacimiento y de la muerte.

Los bucares están encendidos estos días. Es lo primero que veo cada vez que me asomo a la ventana. Una hermosura. ¿Eso indica primavera? No lo sé. Aún falta para que le toque el turno a los apamates. Quizá la maravilla del trópico es que se van turnando, pero flores y frutos tenemos todo el año, según la temporada. También pérdida y tristezas. También muertes y olvidos.

Elimar Montes en Así Fue. 2021 Fotografía de Luis Gaitán

El texto de Así fue es de Liz Pérez, sigue siendo el de la primera función. La música de Gotye, Radiohead y Santaolalla también es la misma, editada desde aquella oportunidad por Luis Daniel Luongo. Y son tan parte de la pieza como los cuerpos que la interpretan, entonces y ahora. El vestido que llevaba Elimar Montes me hacía buscar en ella a Paula Restrepo, pero finalmente Elimar nos muestra que ella se apodera de un personaje y lo hace suyo, con otra forma y otros tiempos.

El trabajo de Elimar y Lucía Ramírez es excepcional y fue un placer verlas juntas en escena, creo que no había tenido la oportunidad. A Lucía en algunos de video danza, donde no se experimenta igual la relación con el intérprete vivo en escena. Nos alegra mucho que Puropié cuente con un elenco profesional para seguir brindando al público de la ciudad la oportunidad de disfrutar de trabajos escénicos de alta calidad.

Lucía Ramírez en Así Fue. Puropié. 2021. Fotografía de Luis Gaitán

También quisiera comentar la capacidad de expresión dramática de Michelle Rodríguez, a quien ya conocía y valoro mucho, y de Roselbi García, a quien había visto muchas veces de lejos pero creo que nunca había mirado con atención. Me impresionó especialmente su fuerza, tanta blancura y tanto cabello y tanta energía descollante, en todo su cuerpo pero además especialmente esta vez en el rostro! Lo destaco porque no es tan común que se cultive en los bailarines la expresión dramática completa. Agradezco que ya sea por disposición personal y/o por trabajo de la compañía, esto esté sucediendo. Lo hace un trabajo más total.

Michelle Rodríguez y Roselbi García en Así Fue. 2021. Fotografía de Luis Gaitán.

No soy especialista ni puedo hacer «crítica» de un trabajo de danza-teatro como este, pero como espectadora agradezco la oportunidad de ver cosas distintas, digamos. Pues para ver lo clásico, existe internet, tengo una biblioteca. Me emociona ver lo que está pasando aquí, con todas sus imperfecciones. Saber que seguimos entrenando, cultivando, estudiando, pensando y creando aun cuando las condiciones parezan inclementes o ingratas. No somos totalmente ingratos. Personalmente agradezco todo el trabajo detrás de lo que vi el domingo. Sobre todo el que no vi, como los pies maltratados por el concreto caliente y la cantidad de ensayos previos, así como el entrenamiento diario.

 

Gracias por esto. Roselbi, Michelle, Lucía, Elimar, Jorge y Liz. Gracias, esperamos seguir encontrándonos.

Fania Castillo
ULA/Fundación Cultural Bordes

 

 

 

 

 

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