Arte de acción un borde en las artes visuales del Táchira
Performance es un vocablo anglosajón con muchos significados, el que interesa para este artículo tiene que ver con el arte, específicamente con la parte plástica o las artes visuales: performance art.
Como actuar es sinónimo de accionar es conocido en español como arte de acción. Pero este actuar o accionar en ningún momento lo hacen parte de la representación o teatralidad, dado a que no se utiliza la ficción que establece un actor para interpretar a un personaje que previamente ha sido creado por un dramaturgo y que lo mueve en una escena un director teatral, entonces el accionista o performancista se presenta como el mismo, en vivo, en un lugar determinado y durante un tiempo concreto, convirtiéndose así el performance en un medio para explorar la dimensión física del cuerpo; a través de su cuerpo puede expresar sensaciones y sentimientos complementándolos con la experiencia, ya que el cuerpo es el principal instrumento de conexión con el mundo.
Entonces se dice que el cuerpo es el eje principal de la acción que permite al artista conocer, dimensionar y apropiarse del espacio, este último influenciado por las vivencias que a su vez se constituyen por fenómenos sucesivos temporales. Así pues, la acción artística es cualquier situación que involucra cuatro elementos básicos: cuerpo del artista, espacio, tiempo y público.
El término Performance Art tuvo sus inicios en los años sesenta en Estados Unidos dentro del contexto del arte conceptual, movimiento artístico donde la idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales. Fue originalmente utilizado para describir cualquier evento artístico en vivo que incluyera poetas, músicos, cineastas, entre otros, en adición a las artes visuales, su mayor auge fue en la década de los setenta. Sus antecedentes más remotos incluyen los rituales y ceremonias de las culturas aborígenes; sus antecedentes en la historia del arte recorren el siglo XX, a nivel internacional podemos mencionar el movimiento Futurista que planteaba reunir varias disciplinas artísticas; luego el movimiento Dadaísta con sus espontáneos recitales de poesía, las “Actividades” y “Juegos” de Kaprow, las “antropometrías” de Klein, el grupo Japonés Gutai, el movimiento artístico Fluxus, y a nivel nacional individualidades y grupos que desde los 60 han utilizado este medio artístico, por mencionar algunos: Antonieta Sosa, la dupla de Jenny – Nan, el Techo de la Ballena, Diego Barboza, Marco Antonio Ettedgui, Ángel Vivas Arias, Juan Loyola, Merysol León, Consuelo Méndez, Carlos Zerpa y César León.
En 1997, se realizó en la galería Manuel Osorio Velasco una exposición titulada: Jóvenes Artistas Urbanos (JAU), nombre de un grupo de artistas emergentes de la localidad, la noche de inauguración se realizó quizá el primer performance en el Táchira, una acción concebida como hecho artístico ya que manejaba el concepto de arte de acción, la misma consistía en movimientos realizados dentro de una instalación de Osvaldo Barreto. En esta acción titulada por Ave “Antes patas ahora manos” intervinieron: Oscuraldo, Alejandro Barreto, Ave y Jorge Luis Dávila. A raíz de esto nació el primer grupo de arte accional de la región llamado: La Tétrica Trama Teatral; en 1999 Guillermo Nossa realizó un performance de protesta titulado “El come casa”, recordado por muchos ya que el artista pedía el rescate de la derrumbada Casa Steinvorth que era patrimonio de la ciudad; Franklin Sánchez artista tachirense que venía realizando performances en Caracas también realizó acciones entorno a esta casa, incluso ambos accionistas vivieron en las ruinas de esa edificación por un tiempo, sirviéndole de taller a Sánchez para realizar una serie de obras que fueron expuestas allí. En ese mismo año el performancista aragüeño César León organiza Maracay Perforart e invita a los integrantes de JAU a realizar acciones, en esa ocasión los accionistas serán: Oscuraldo, Ave e Iván Romero, este último desde finales de los 90 ha realizado una serie de performances muy cercanos a la pintura de acción y a la poesía a lo largo de todo el territorio nacional. A partir del año 2000 se puede decir que se afianza la actividad accional en el Táchira, con varios acontecimientos en espacios convencionales como a partir del 2001 en la Galería “Edeberto Barboza” bajo la dirección del caricaturista Jairo Osorio, allí incursiona en el arte de acción el artista Diego Sarmiento, y en espacios no convencionales un evento muy significativo en la región y quizá el de mayor importancia el Festival de Performance Rabo’emono, organizado por el grupo JAU y del cual se hicieron 4 ediciones; 2000, 2001, 2002 y 2004 con invitados a nivel regional, nacional e internacional. Con este festival se creó un público para el arte accional, se le dio credibilidad y un espacio propio a esta forma artística que en el Táchira era desconocida. Pero desde la desaparición del festival Rabo’emono, hemos visto con preocupación que el performance en el Táchira sigue debiéndose mayoritariamente a presentaciones ocasionales de estas individualidades de las cuales quedan dos o tres en el estado, de la ahora llamada Trepida Trama Teatral, más cercana al teatro y que lideran Jorge Luís Dávila y Nilka Vélez, y de algunos artistas emergentes que conforman el grupo La casa flotante: Carmen Sánchez, Dennis Pabón y Cindy Yuncoza; por esta razón invitamos a las nuevas generaciones de artistas tachirenses a revisar otras formas quizá poco tradicionales de hacer arte para que así el arte de acción o el performance deje de estar al margen de las artes visuales en nuestra región. (Annie Vásquez)