Éramos tan estúpidos
Éramos tan estúpidos que no sabíamos que éramos felices… Si lo hubiésemos sabido entonces habría hecho lo posible por bajar de ese barco antes y quedarnos en tu carro sin importar el frío de la noche Fuimos tan estúpidos que sonreíamos al vernos solo para hablar de tonterías en el porche mientras nos besábamos hasta que la noche no diera más minutos y tú tuvieras que marcharte… Simplemente fuimos estúpidos porque no notamos que esa sonrisa era la felicidad que dejamos morir con olor a perfume dulce y una cadena perdida entre los asientos del carro, junto con esos sentimientos que dijiste no creías volver a sentir. Fuimos tan estúpidos que dejamos que el brillo en los ojos y los abrazos con salto largo desaparecieran entre la distancia y el tiempo, nuestra arrogancia y el orgullo.Amantes efímeros
Exposición de cuerpos muertos en vida Tras una vitrina manchada, sucia, ensangrentada De dolores ajenos… Sádicas y complicadas adicciones, Viciosas y perversas de mirar a los ojos y encontrar en ellos La poca realidad que no se dice, que no se expresa, La verdad que grita encarcelada del otro lado De esos pequeños vidrios acuosos… La verdad que se encierra y pocas veces se libera Que liberada es una enfermedad placentera y su cura ¡¿Cuál cura?! Después de la cuarentena solo queda retorcer cada fibra del corazón, desarmarlo, desmembrarlo y pegarlo con banditas adhesivas. Cuerpos expuestos, claros y oscuros, Muertos con pulso, vivos sin alma, Amantes efímeros… EluneLike a sandcastle
Desbordarme con locura y sin piedad sobre la parte sensible e irracional de tu mente fría, restringida de miradas dulces, donde tus recuerdos permanecen en coma.
Te busco en los castillos de arena que se empiezan a derrumbar al paso de tu respiración, me preocupa el correr del tiempo, ya queda poco y ahora sólo eres como una pelusa en el viento, como un Diente de León en la brisa.
Abalanzarme salvajemente y sin negaciones, sin conciencia, sobre tu existencia, que a veces creo vacía, oscura, perdida… Pero eso solo son impresiones mías…
Sentir tu cuerpo cálido junto al mío, tus besos sobre mi pecho, escucharte respirar y recordar que los castillos se siguen derrumbando, que el agua salada nos invade los pulmones… Tus manos tan cerca se van alejando con las olas y pronto empiezo a buscarte desesperadamente bajo las luces tenues de este cuarto, bajo las sábanas desordenadas donde sigue el olor de tu perfume, solo para darme cuenta que está impregnado en mi ropa, que no sirve de nada voltear el cuarto ni encender las luces, porque no estás y nunca estuviste…