Antología de nóveles escritores: Leimariec Rivas

Literatura, Publicación

Abril 2016.- Leimariec Jericoc Rivas Márquez (Caracas, 28 de diciembre de 1992) Estudió Licenciatura en Español y Literatura en la Universidad de Los Andes – ULA Táchira. Trabaja como profesora de Castellano y asiste a los talleres de promoción de lectura en la casa Steinvorth. Ha residido en Caracas, Boconó del Táchira, Valera, Timotes, Michelena y actualmente en San Cristóbal. Sus inicios en la escritura se dieron a los 18 años inspirada en todo lo que la rodea y en su amor por los niños.   4:21 pm A esta melancolía de sentir la vida y la muerte ¿Cómo la

Abril 2016.- Leimariec Jericoc Rivas Márquez (Caracas, 28 de diciembre de 1992) Estudió Licenciatura en Español y Literatura en la Universidad de Los Andes – ULA Táchira. Trabaja como profesora de Castellano y asiste a los talleres de promoción de lectura en la casa Steinvorth. Ha residido en Caracas, Boconó del Táchira, Valera, Timotes, Michelena y actualmente en San Cristóbal. Sus inicios en la escritura se dieron a los 18 años inspirada en todo lo que la rodea y en su amor por los niños.

 
4:21 pm
A esta melancolía de sentir la vida y la muerte
¿Cómo la llamamos?
¡No importa!
Seguiré sintiéndonos, seguiré besándote,
Tú allá, yo aquí,
¡Nos encontramos!
Nos vemos
Nos besamos
Somos uno ¡qué importa!
Que nos quede el recuerdo, que se vaya el recuerdo
¡No importa!
Vivimos y morimos,
Vuelve a sumergirte en mí
Penetra mi alma si no te vas a ir
De lo contrario
¡No importa!
Siente cada parte de mí, sentiré cada parte de ti
Es un ir y venir
Siéntate en la cama
Quiero verte sudar
Evoca la pasión, la risa,
Puedo hablarte en francés
Je ne comprends pas!
Aún no importa
Pierde la cordura
Piérdeme en tus sábanas sigo,
¡no importa!
¡Acaba!
Muere, vive.
¡Vete!
No importa,
Sumérgete…
Eso importa.
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2:34 pm
¡Oiga caballero!
venga y siéntese conmigo,
Que yo también he sentido eso que Ud. grita,
También me he sentido melancólica en las noches de luna llena
recordando las caricias de ese amante que se iba luego de las sábanas que compartíamos,
…También he llorado
¡por qué no!
También traigo melancólica la copa de vino que me acompaña
y embriaga el amor que tengo con su exquisitez,
Venga, siéntese y dígame si quiere pasar la noche conmigo
entre copas y charlas sobre nuestras penas.
Porque hablar es lo que nos queda luego de haberlas vivido
Y si su corazón latió tan fuerte como el mío
quizá entienda de todo esto que le hablo,
deje que el humo se lleve las penas,
y esta noche,
tan solo calle y escúchelas
que son muchas por cierto o tal vez una…
si siente la necesidad grite las suyas,
por último venga caballero y levante las copas,
prenda el cigarro y acompáñeme a ver el crepúsculo que se asomó
mientras nos perdíamos en copas…
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Sumergida
Dígame:
¿De qué le sirve sentarse todas las noches a lamentarse?
¿le sirve llorar desconsoladamente?
Dígame:
 ¿Qué sintió el día que una prostituta le dijo: no?
Y:
 ¿Qué siente por no pedir perdón?
¿Se siente invisible?
Responda:
¿Se siente solo en la profunda soledad?
Sumérjase y siga caminando,
Siga entregado a la calle
deje que sea su escuela
y cuando se sienta solo
dígame: Qué tanto la soledad le ha penetrado el alma.
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