Antología de nóveles escritores (Fernando José Moreno García: Prosa)

Literatura

Restaurando el alma: Restaurando el alma: Era un otoño frió y sin color, aquel en el que mi alma se quebró, donde cada pedazo corrió y corrió. Inicie una búsqueda de restauración y así emprendí la búsqueda de cada fragmento hasta el final de cada rincón. Sin saber la cantidad exacta, sin saber cómo leer un mapa; e incluso sin tener uno pero a mi nada me detuvo. Salí con paso seguro, con un paso rudo y profundo; para asentar al pisar y no caer por presión o cual precipicio alguno. La presión de no saber, cuando dejar de buscar,

Restaurando el alma: Restaurando el alma: Era un otoño frió y sin color, aquel en el que mi alma se quebró, donde cada pedazo corrió y corrió. Inicie una búsqueda de restauración y así emprendí la búsqueda de cada fragmento hasta el final de cada rincón. Sin saber la cantidad exacta, sin saber cómo leer un mapa; e incluso sin tener uno pero a mi nada me detuvo. Salí con paso seguro, con un paso rudo y profundo; para asentar al pisar y no caer por presión o cual precipicio alguno. La presión de no saber, cuando dejar de buscar, la presión del “no lo podrás lograr”; pero obstinado en vida he sido antes y ahora no será motivo de cambio para esa forma de ser. Continúe y continúe, no me pare ni a tomar un café. Bellos lugares observé, muchos paisajes pude ver; increíble era el mundo que antes no podía ver. Maravillado baje la marcha, hasta hubo días en los que descanse sin preocuparme por lo que anteriormente tenía que hacer. Cegado a mi camino anterior pude ver, que ya tenía dos o tres fragmentos en mi poder; no entendí como ni porque, pero los tenia y era feliz al ver, que faltaban otros, pero ya eran pocos. Al pasar los días descubrí algo en mí, algo que descubrí cuando el quinto fragmento ¡recogí! Fue algo como: “siempre estuvieron ahí, por eso es que no los vi” mientras más busqué, no los encontré, pero ahora que camino sin ver por cual camino recorrer, todo es distinto y al saber, que tan solo me falta uno para poder, poder mi alma restaurar, poder mi alma completar. Eso me hizo entender, que lo que menos se busca es lo primero que se encuentra, no importa si se demora, pero tarde o temprano eso llega. Al final la logre completar; restaure mi alma y hasta puedo jurar, que ya no era tan enana ni flaca, mi alma creció, se ¡incrementó! Al pasar la búsqueda ella evoluciono, se transformó. Ya no era sencilla ni común, fue algo maravilloso lo cual gozo aún. Lo que pude deducir fue; que cada grano magnifico que en el camino disfrute, aumento a mi alma en un quince o quizás en un cien. Un numero alto y un porcentaje al lado, esa es mi conclusión sobre la nueva alma que ahora cargo. A pesar del dolor de aquel otoño, he llegado a ver el verano a sus ojos y poder disfrutar sin fingir este final feliz, ya que finalmente mi alma pude reunir.
Share this

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *