1er Taller de Narrativa de Ciencia Ficción en el Táchira (Reseña)

Literatura

Por Erasmo A. Sayago H Necesitamos creer… A veces sucede en nosotros y no sabemos cómo nombrarla, pero aplasta, asfixia; es una sensación convertida en comparación: entre la dinámica de esta ciudad en ocasiones nociva y ese objeto de infinita gravedad que aún captura nuestra imaginación, entonces esa comparación inevitablemente se ve traspasada por sí misma y la ciudad se transforma en un agujero negro, pero en algún momento recordamos aquellas cosas que hacen de la ciudad y el estado mucho más que un espacio geográfico y urbanístico, una de ellas es la literatura, que hizo muy liviana esa comparación

Por Erasmo A. Sayago H

Necesitamos creer… A veces sucede en nosotros y no sabemos cómo nombrarla, pero aplasta, asfixia; es una sensación convertida en comparación: entre la dinámica de esta ciudad en ocasiones nociva y ese objeto de infinita gravedad que aún captura nuestra imaginación, entonces esa comparación inevitablemente se ve traspasada por sí misma y la ciudad se transforma en un agujero negro, pero en algún momento recordamos aquellas cosas que hacen de la ciudad y el estado mucho más que un espacio geográfico y urbanístico, una de ellas es la literatura, que hizo muy liviana esa comparación en mí un sábado iniciando junio, cuando asistí a la primera reunión del Taller de Narrativa de Ciencia Ficción impartido en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, y moderado por Manuel Rojas y José Antonio Pulido, dos escritores tachirenses de amplia experiencia, solvencia y reconocimiento en la literatura nacional y regional. Tal encuentro se efectuó en la Dirección de Cultura durante buena parte de la mañana hasta más allá del mediodía, acordando efectuar tres reuniones más, cada sábado a la misma hora y en el mismo lugar. Tras la bienvenida y presentación dada por los moderadores y de su breve pero esencial exposición sobre la historia y conceptos fundamentales de la ciencia ficción, me sorprendió gratamente la confianza, desenfado y en ocasiones hasta el humor con que se 603091_10151614389346768_897376265_nproducía el intercambio entre los asistentes a la reunión, no sólo de conocimientos sobre el tema, sino también sobre la experiencia que cada uno había tenido con el mismo y sobre algunos episodio a lo largo de sus vidas, relacionados con avistamientos de ovnis, leyendas urbanas y tradicionales, lugares que poseen energías inusuales, fenómenos paranormales, experiencias oníricas angustiosas, entre otros, narraciones hechas por los asistentes a la reunión, sin ser vistos de soslayo por lo incoherentes que parecieran ser ni por su carencia de rigor discursivo propio de la organización y sistematización del conocimiento adquirido y fundamentado en la academia. Todos conversaban con gran confianza, incluso aquellos que asistieron a la reunión por curiosidad, porque las narraciones se dieron en un clima de refrescante informalidad que develó parte de la esencia de la literatura: las sensaciones y los recuerdos como golpes luminosos que la sostienen y hacen que tenga esa fuerza inusitada y extraordinaria, y no sólo sea una suerte de artefacto construido con fe casi ciega en la retórica y otros recursos formales. Luego de la retroalimentación los moderadores y asistentes a las diez y media de la mañana hicimos un breve descanso en el cual consumimos un refrigerio. En este corto período de tiempo conocí mejor a parte de los asistentes: profesionales y estudiantes en distintas áreas del conocimiento, de distintas edades, algunos de ellos imparten clases en universidades y liceos desde hace varios años, como es el caso del profesor José Romero y la profesora Dexy Rodríguez, otros han trabajado en publicaciones y suplementos de la región, como Sigrid Márquez y Rodolfo Sánchez, colaboradores de De Visu del Diario Los Andes, otros más han participado en la antología de cuentos Ciudad en la Niebla, como David Colina y Diego Niño, otros se inician en la literatura en general, esta diversidad en los asistentes del taller es una cualidad notable para que el público en general asista a las reuniones sin pensar que estarán fuera de lugar entre literatos y personas aparentemente excéntricas que gustan del tema. Aunque ya eran pasadas las doce y media de la tarde, la primera reunión del taller parecía que había transcurrido en un tiempo mucho menor a cuatro horas, creo que tal percepción está muy relacionada con un hecho muy positivo: se logró un equilibrio entre el rigor que requiere tratar ciertos aspectos de la ciencia; el ficcionar sobre ella, la literatura y la libertad e informalidad discursiva de la retroalimentación entre los participantes, incluidos los moderadores. En  la  segunda reunión se ahondó más sobre el tema con una exposición sobre el subgénero del cyberpunk, la cual fue hecha por Diego Niño y la proyección de una interesante película que representa de forma fresca, realista, divertida y con intensa humanidad la relación entre un anciano enfermo de Alzheimer (el cual era un antiguo ladrón de joyas) y un robot mayordomo japonés, la película se titula “Robot & Frank”. A partir de la tercera reunión se ha venido profundizando no sólo en la adquisición de conocimientos sobre la literatura de ciencia ficción, también en el objetivo principal que motiva el taller: dentro del lapso de un año aproximadamente, compilar una serie de cuentos escritos por los participantes del taller en la que será la primera antología de cuentos de ciencia ficción publicada en el Estado Táchira mediante la Dirección de Cultura, tal objetivo constituye un desafío fascinante y una gran oportunidad para explorar las posibilidades del lenguaje y reflejar ciertas realidades y aspectos de la condición humana, con base en metáforas construidas en la ciencia ficción desde sus inicios, hasta llegar a sus subgéneros y tendencias tecnológicas contemporáneas que constantemente cuestionan y cambian audaz y radicalmente la forma, el fondo, los medios de construcción y propagación de múltiples narrativas fragmentarias que indudablemente influyen en el ejercicio de la escritura. Los moderadores han puesto énfasis en que cada uno de los participantes lea su cuento o los avances del mismo, que construya y refine su propio estilo de narrar, además los moderadores han leído y corregido sus cuentos, la retroalimentación en cuanto a los cuentos no ha alcanzado totalmente a la de las conversaciones, considero que es algo natural tener cierto pudor al leer frente a varias personas lo que se escribe, especialmente si se incursiona en la literatura en general, pero es un obstáculo que se ha ido 992773_10151554980061819_1953804684_nsuperando de forma muy favorable y hay una gran diversidad en las propuestas narrativas de los participantes: un dueño de una galería lleva su propio “bioarte” hasta las últimas consecuencias. Un virus letal entra sin control por una serie de portales interdimensionales al azar. Un detective del futuro investiga un homicidio en una civilización habitada casi en su totalidad por robots y androides gobernados por una supercomputadora. Una mujer soldado superviviente a un ataque nuclear y otros personajes convergen en una guerra y posguerra, permanentemente al filo de la miseria, la locura y la muerte. Una pareja que desea incorporar un hijo androide a su vida y los problemas que conlleva tal cambio. Una criatura mutante que es producto de la negligente manipulación de la basura acumulada en el relleno sanitario de la ciudad. Un equipo científico que realiza una excavación y que por cuestiones del azar harán un hallazgo inimaginable, son algunas de las propuestas que actualmente se desarrollan en el taller. Sigrid Márquez y Rodolfo Sánchez han realizado notables exposiciones sobre series de culto, como los Expedientes X, y sobre películas, superhéroes emblemáticos, cómics y animés de la ciencia ficción, como Star Wars, Star Trek, Perdidos en el espacio, Los Supersónicos, Hulk, El Hombre Nuclear, Ultraman, Superman, Robotech, Neon Genesis Evangelion, entre otros, recreándonos en esas obras maestras que capturan la imaginación de millones de personas alrededor del mundo. Agradezco especialmente a Sigrid Márquez por recuperar y hacer una exposición de algunos ejemplares de la revista De Visu que datan del año de 1997, donde fueron publicados un cuento y un cómic de ciencia ficción de mi autoría, los cuales se titulan “Los Zetarianos” y “Star Aliens” respectivamente. No estoy seguro si en ese momento fui precursor de la ciencia ficción en la región, pero fue muy agradable reencontrarse con lo elemental de la creatividad y la  imaginación, aunque con la edad casi lo olvidemos, existe en cada uno de nosotros. Antes de que se llevara a cabo esta iniciativa hubo comentarios dudando sobre lo necesario de un taller de literatura en la región que tratara específicamente la ciencia ficción, una respuesta parafraseada para tales comentarios fue es que el tema gusta, es interesante, a tal respuesta acertada quisiera agregarle una más: la ciencia ficción, a través de sus metáforas es un ejercicio formidable y apasionante de lo imaginario, lo simbólico, de los límites de lenguajes muy diversos y complejos, de creación de seres, mundos y dimensiones, de como dijo el escritor Erasmo J. Sayago: nombrar lo desconocido, con la finalidad de que la humanidad además de trasladarse en tiempo y espacio hacia las obras, se dé cuenta de lo compleja, terrible y maravillosa que es su condición, y obtenga un impulso con el cual poder superar sus límites: de pensamiento, físicos, éticos, espirituales, tecnológicos, sociales, culturales, entre otros: la historia de la humanidad en los últimos ciento cincuenta años lo ha demostrado. Un ejemplo algo trillado para algunos, pero aún válido y emocionante: se soñó con llegar a la Luna mediante un cañón, se llegó a nuestro satélite natural antes de 1970, y ya existe un vehículo controlado remotamente que envía fotografías de alta resolución desde la superficie de Marte… Extiendo la invitación a la colectividad para que asista a la próxima reunión del grupo producto del taller, el cual se llama Ciencia Ficción Táchira – «Circulo Asimov», pueden buscarlo y unirse al grupo en Facebook, la reunión se realizará el 14 de septiembre a las nueve de la mañana, en el conjunto de oficinas del Centro Cívico ubicado en el segundo piso (sede de la emisora comunitaria RPM). Además de realizarse una exposición dedicada a la serie de culto Neon Genesis Evangelion, se contará con la presencia de la profesora y escritora Luz Marina Sarmiento y se reflexionará sobre el acto creativo que implica la escritura, sobre su estética y la necesidad de crear no sólo un espacio físico sino también temporal, emocional y simbólico que nos permita desarrollarlo de la mejor manera. La ciudad no siempre se asocia a ese vórtice que no deja siquiera que la luz escape, tiene espacios alternativos de expresión artística, tiene personas con propuestas interesantes, dispuestas a hacer las cosas bien y me remito a la frase emblemática de la serie Expedientes X, la cual en su presente es un sol de estallido instantáneo: quiero creer. En la incertidumbre de nuestro horizonte social, político y cultural, conjugaré el verbo “necesitar” con parte de esa frase; el cual se ha malgastado indiscriminadamente en un negocio nacional que todos sabemos cuál es, que hace usufructo de lo agobiante de las carencias económicas, educativas y culturales de gran parte de la población, además de lo indispensable que es satisfacerlas, necesitamos creer más: en nosotros mismos, en la literatura, en el pensar a profundidad, en la memoria histórica, en darse cuenta, en la imaginación, y en lo más importante: la ciencia ficción como uno de nuestros más claros y brillantes espejos. En definitiva: necesitamos creer. Erasmo A Sayago H. Fundación Cultural Bordes.
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