Yo también soy candidato (Reseña)

Artes Escénicas

Por José Romero Corzo Este sainete escrito por Rafael Guinand en 1939 fue presentado por la agrupación tachirense Climax Teatral, en el marco de la Semana del Teatro Tachirense en Homenaje a Jesús «Chucho» Delgado, que se celebró en la Escuela Regional Teatro de San Cristóbal En la brevedad de su escenificación apreciamos la representación de una breve pieza burlesca de carácter popular que retrata ciertas costumbres venezolanas satirizando vicios y errores. Se trata de una especie de pintura de la cotidianidad y de la vida de personajes populares tal como es y en quienes se reproduce sin artificios el habla doméstica,

Por José Romero Corzo

Este sainete escrito por Rafael Guinand en 1939 fue presentado por la agrupación tachirense Climax Teatral, en el marco de la Semana del Teatro Tachirense en Homenaje a Jesús «Chucho» Delgado, que se celebró en la Escuela Regional Teatro de San Cristóbal

En la brevedad de su escenificación apreciamos la representación de una breve pieza burlesca de carácter popular que retrata ciertas costumbres venezolanas satirizando vicios y errores. Se trata de una especie de pintura de la cotidianidad y de la vida de personajes populares tal como es y en quienes se reproduce sin artificios el habla doméstica, mientras se destaca lo más típico de la picardía del venezolano de a pie que aspira alcanzar puestos de poder para lucrarse a manos llenas sin dificultad, al tiempo que busca ganar prestigio social mediante una elevada posición política:

  • Berruga, personaje de extracción popular
  • quiere un puesto en el Congreso
  • es un-bueno-para-nada que vive en concubinato
  • debe 3 meses de alquiler y
  • engaña a su vecina con falsas promesas de conseguirle una pensión solo por ganar su simpatía política y su voto.

Cuando un viejo conocido -recién salido de la cárcel, por ladrón- viene a visitarlo, Berruga no tarda en designarlo como su secretario privado, alegando que así como un ministro goza de una querida de lujo, igual un congresista debe tener su propio secretario.PeroBerruga es muy mal visto por el ala conservadora de la política nacional que conspira contra él y le tiende una trampa bien armada con la que logrará liquidarlo electoralmente:

Mientras el secretario está leyendéndole a Berruga cartas de ciudadanos que piden sus favores para solucionar problemas concernientes a servicios públicos, sus adversarios políticos instigan en la calle un altercado que viola el derecho al tránsito y perturba la paz pública.

Se escuchan afuera gritos de ¡Viva Berruga!; pero también se oyen ruidos de golpes y de palos sobre costillas seguidos de dos detonaciones de un arma de fuego. Acto seguido la calma habitual se impone después del momento de tensión provocada. Y es entonces cuando de inmediato un agente de la policía secreta se presenta preguntando por el doctor Berruga a quien termina llevándose preso a empujones, mientras el secretario bandolero se queda en su casa.

Aunque el sainete fue representado fragmentariamente, pues apenas se escenificó su primera parte, no por ello deja de ser una interesante propuesta dramatúrgica llevada a buen término por el elenco de Climax Teatral, cuyas actuaciones en líneas generales lucieron fluidas y congruentes con el tono jocoso y caricaturesco de este subgénero del teatro criollo (costumbrista).

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