Mors Memoriae. La extinción de la memoria (Reseña)

Literatura, Publicación

Mors Memoriae La extinción de la memoria El espíritu de una época Fundación Fondo Editorial Simón Rodríguez Samir A. Sánchez E. (2011)   La crítica nace de una deuda de amor hacia un libro. Así considera el teórico francés George Steiner el inicio del “trabajo” de hacer crítica literaria. La deuda de amor de esta reseña nace del horizonte en el cual se enmarca el trabajo de Mors Memoriae: el pueblo de Lobatera; rasgos definitorios de su identidad como municipio del estado Táchira se encuentran inmersos en las 260 páginas que componen el texto, y que invitan a revisar monumentos

Mors Memoriae

La extinción de la memoria

El espíritu de una época

Fundación Fondo Editorial Simón Rodríguez

Samir A. Sánchez E. (2011)

 

La crítica nace de una deuda de amor hacia un libro. Así considera el teórico francés George Steiner el inicio del “trabajo” de hacer crítica literaria. La deuda de amor de esta reseña nace del horizonte en el cual se enmarca el trabajo de Mors Memoriae: el pueblo de Lobatera; rasgos definitorios de su identidad como municipio del estado Táchira se encuentran inmersos en las 260 páginas que componen el texto, y que invitan a revisar monumentos del pasado como señales de las huellas que se marcan en el presente.

Del doctor Samir Sánchez vale destacar su trayectoria como investigador de la historia del municipio Lobatera. De hecho, ya la luz editorial vio nacer Lobatera, tiempos históricos de una tierra de pioneros en el año 1993, bajo el sello de la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, trabajo que fija memorias documentales específicas del municipio y muestra una labor investigativa del pueblo que incluye descripciones históricas, geológicas, e incluso artísticas. El recorrido del profesor Sánchez en el estudio cultural del municipio Lobatera es entonces notable, y adquiere en esta ocasión gala de presentación específica hacia los sitios de enterramiento municipales.

Ahora bien, Mors Memoriae es un texto que da testimonio de las necrópolis del municipio Lobatera, haciendo particular énfasis en el cementerio de uso actual, para mostrar que parte de la historia del pueblo también se encuentra en los monumentos que se hallan sobre las profundas bóvedas mortuorias. De esta manera, Sánchez expone que los sitios de enterramiento no solo del municipio en cuestión, sino también de todo el estado Táchira, guardan en sí elementos de naturaleza artística que pasan muchas veces desapercibidos a los ojos de sus visitantes. Pero no solo el elemento artístico destaca de las arquitecturas funerarias; al partir de Barthes, el estudio de componentes históricos se hace presente, por cuanto cada monumento es una especie de prolongación de la memoria, un recuerdo de las vidas que terminaron su ciclo.

Al entrar en las páginas del texto parece que, en paralelo, se atraviesan las puertas del cementerio municipal de Lobatera. Las descripciones realizadas de las edificaciones fúnebres son tan precisas que juegan con la memoria del lector al buscar en sus recuerdos la ubicación exacta de cada monumento, en caso de conocer el camposanto; de no haberlo visitado, las imágenes que acompañan las descripciones sirven de soporte a la muestra textual que realiza el profesor Sánchez del contexto del cementerio municipal. Presentado como un compendio de historia y estudio de la naturaleza artística del cementerio de Lobatera, Mors Memoriae invita a visitar cada sepulcro, con libro en mano, para comprobar por sí mismos, como lectores, que el pasado se mantiene con vida en el desgaste de las tumbas.

Pero vale destacar que esta visita comprobatoria de la naturaleza artística e histórica del cementerio municipal traspasa las fronteras de Lobatera, e invita también a observar, desde otra postura, las edificaciones mortuorias de los cementerios del estado Táchira. Mirar en ellos más allá de nuestro futuro reposo y encontrar cómo el pasado de los pueblos y el arte de los mismos parecen caminar unidos en la descripción de nuestra identidad regional. Una identidad que Mors Memoriae demuestra no se encuentra únicamente en las tradiciones populares andinas, en la gastronomía regional o en los artistas que hacen vida en nuestros pueblos, sino también en la morada de aquellos que se fueron, que tienen tanto que contar a través de sus aposentos como los que ahora caminan en los pasillos de sus recintos.

Con un lenguaje sencillo, pero sin desprenderse de lo técnico, Samir Sánchez presenta un interesante trabajo que sirve de legado a futuros estudios sobre la identidad del estado Táchira, esta vez desde los oscuros espacios del cementerio de un pueblo cargado de historias, que ahora no solo a través de la oralidad se mantendrán con vida, sino que en el papel de Mors Memoriae serán como un monumento más, como una prolongación de la memoria. (Jhonn Benítez Colmenares)

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