Humano Utópico V (Reseña)

Literatura

Por Raimon Colmenares El Humano Utópico V (encuentro en torno al nudismo, la poesía y el arte), resultó un punto de inflexión para el Taller Iconoplasta de Poesía, inflexión que se dirigirá hacia no sabemos dónde, tal como sucede con la realidad que nos desborda en este momento y lugar que vivimos, pero ya lo sabremos en algún momento (o no)… El caso es que el último Humano Utópico volvió a convertirse en un pequeño oasis temporal de armonía y libertad en medio de las inconmensurables restricciones e imposiciones que tenemos a la orden del día desde los poderes políticos,

Por Raimon Colmenares

El Humano Utópico V (encuentro en torno al nudismo, la poesía y el arte), resultó un punto de inflexión para el Taller Iconoplasta de Poesía, inflexión que se dirigirá hacia no sabemos dónde, tal como sucede con la realidad que nos desborda en este momento y lugar que vivimos, pero ya lo sabremos en algún momento (o no)… El caso es que el último Humano Utópico volvió a convertirse en un pequeño oasis temporal de armonía y libertad en medio de las inconmensurables restricciones e imposiciones que tenemos a la orden del día desde los poderes políticos, religiosos, económicos, morales, y demás.
Humano Utópico V
Humano Utópico V
Resultó otro hermoso punto de confluencia para la reflexión-celebración del cuerpo humano y algunas de sus posibilidades más interesantes para muchos: la poesía, la música, la danza, la comedia, el videoarte, y otras. Esto del nudismo mezclado con la poesía y/u otras artes no es nada nuevo por cierto; basta echar un vistazo por internet a la búsqueda de estas palabras y nos encontraremos con muchos casos: aquellos museos de arte que tienen un día para que la gente vaya desnuda, aquellas francesas que leen poesía erótica desnudas, el fotógrafo que retrata a multitudes desnudas, e incluso otras mezclas más inusuales de arte ya con erotismo como el de las chicas que leen obras literarias mientras un supuesto vibrador las lleva a un supuesto orgasmo; hay de todo, y eso sin contar a innumerables tribus y pueblos originarios con sus rituales y su corriente desnudez. Como vemos, el nudismo y las artes mezclados no resultan nada nuevo, y desde las últimas décadas vemos por fortuna una curiosidad o una necesidad de explorar y contemplar el cuerpo desde nuevos ángulos en acelerado ascenso.Lo interesante para nosotros a fin de cuentas es que en San Cristóbal hay un grupo de personas que está disfrutando y reflexionando mucho con esto desde sus propios medios y entorno; algunos de los cuales se han nutrido de una experiencia muy especial tras asistir al encuentro impulsado por T.I.PO y Quinta Lis que tomó el nombre de un poema de Joséantonio Sánchez Pulido donde se menciona al Humano Utópico como la idea de un ser humano que goza mayores libertades.
Humano Utópico V
Humano Utópico V
Si usamos bien los sesos y para revisarnos a profundidad, nos damos cuenta de que debería ser algo perfectamente natural mirar la desnudez propia y ajena por su misma naturalidad elemental, pero vivimos en una civilización donde simplemente se le tiene demasiado terror al cuerpo propio y ajeno, tristemente, al punto de no poder hablar abiertamente de temas tan básicos para la humanidad como la sexualidad por ejemplo; filtrándose esta falta de reconocimiento en toda clase de tabúes, paranoias, temores, odios, discriminaciones, complejos, censuras, tonterías, y un inagotable etcétera remarcado con las particularidades morales especiales de esta parte específica del planeta que es la ciudad de San Cristóbal en el estado Táchira de eso que llamamos Venezuela. “¡No le tenga miedo al cuerpo!”, como suele decir en broma un profesor muy cómico que conozco. Tal cual, quitarse ese peso de metáforas artificiales a las que tanto nos habituamos, sacarse el fardo de marcas, modas y accesorios, empelotarse con otros seres humanos, resulta un acto de liberación sumamente terapéutico, y más aún junto a manos haciendo malabares, bocas recitando poesía, dedos rasgando la guitarra, piernas bailando flamenco o rock, ojos retratando a través de una cámara, ojos deleitándose con videoartes, estómagos sacudiéndose de risa ante una comedia “stand up”, caderas danzando con hula hopos. Tremendo, divertido, armonioso, respetuoso, liberador, inolvidable, las fotos son bastante elocuentes: así fue el Humano Utópico V, que decidimos fuera el último (al menos por ahora), y del cual ya vemos frutos en amigos muy humanos y muy animados por la vida que desean hacer sus propias iniciativas para seguir en contacto con el nudismo y con las artes en general, porque de eso se trata, de crecer como individuos y abrirnos a las posibilidades de reinventarnos positivamente que nos ofrece la vida. Y nos alegra mucho que aún haya espacio para estas cosas en esta frágil sociedad encaramada por ahora sobre este imprevisible rincón del planeta. Raimon Colmenares. DSC_0072 DSC_0125 DSC_0119 DSC_0106 DSC_0098 DSC_0089DSC_0081DSC_0044 DSC_0027                           Fotografías: Gean Carlos Méndez.
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