Siempre me ha interesado la condición humana. En esta ocasión usé el libro como medio por su inmersión en lo íntimo, pienso que abrir un libro es un encuentro íntimo, así que condensé en él todas esas ideas sobre la cultura como condicionante en la vida de quien nace mujer, y me enfoqué en la familia como núcleo donde se siembran los males de nuestra sociedad. Mi intención, aunque reiterativa busca despertar conciencia sobre los hilos que tejen nuestra identidad, nuestra concepción sobre las cosas.
La narrativa gráfica y escrita, sumada al ambiente generado por la coloratura de todo el libro es como abrir un espacio de cuatro paredes y entrar en él. Para mí la ilustración o la pintura son una excusa para jugar con el color y experimentar, no me apego a ser conocida por un estilo, asumo las cosas a modo de proyectos y así lo importante termina siendo el objetivo del momento o el descubrimiento, de igual forma espero que sea con cualquier proyecto futuro.
La pintura tiene un sentido ritual para mí, es un proceso de autodescubrimiento muy particular, se da una conexión inusual en otros procesos de creación, con cada macha y cada trazo el cuadro se va buscando a sí mismo, y es apasionante sin importar que la historia del arte haya devenido en la supuesta muerte de la pintura como Arte. Para mi pintar es un proceso de construcción a partir de la destrucción de uno mismo. En general, con cualquier proyecto que me proponga quisiera generar sensaciones así como también reflexión, y quizá en un futuro no muy lejano pueda relacionar estos intereses con la arquitectura y los cuestionamientos en torno al arte.
Mayrene Medina 1992.
